El cirbonero Francisco Javier Rández Fernández, de 58 años, se encuentra a la espera de que la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza examine los colmillos y amoladeras de un excepcional ejemplar que abatió en el coto federado de la localidad el pasado 4 de enero. En una valoración inicial realizada por Taxidermia Alhama, de Fitero, las piezas arrojaron un resultado de 138,35 puntos, lo que conllevaría, de ser este dato confirmado en Madrid, haber batido el récord de España, que lleva inamovible en los 136,95 puntos desde el año 1983.
Representantes de la Federación Navarra de Caza (FNC), con su presidente José Ángel Remírez a la cabeza, se trasladaron este jueves hasta la Ribera para inspeccionar los colmillos del animal, que pesaba más de 100 kilos. En la reunión estuvo presente José Juan Lavilla, presidente del comité de homologación de trofeos del Gobierno de Navarra y vicepresidente de la FNC, que valoró positivamente la anchura y el grosor de las amoladeras del jabalí. “Está claro que estará entre los cinco mejores de España”, indicó.
Para Rández, fue una sorpresa mayúscula toparse con semejante animal, ya que el paraje Molengo donde caza es de las pocas zonas del coto en las que pueden realizarse batidas de caza mayor. “Estamos más habituados a cazar zorros y corzos, pero los jabalís son muy ocasionales. Así que fue muy emocionante cuando nos encontramos con un animal así”, relató el cazador, que también destacó la gran humildad del coto y el ambiente de compañerismo que reina en su cuadrilla, a la que llaman Los Falis.
De hecho, la primera frase que pronunció al llegar con el jabalí al taxidermista fue “esto no es mío, sino de la cuadrilla”. Así lo contó José Antonio Martínez Chivite, cirbonero de 38 años y responsable de la cuadrilla de caza mayor del coto, que desgranó a su vez las particularidades de esa zona. “En los últimos 15 años, hemos abatido 14 jabalís, por lo que el hecho de que fuéramos al único monte que tenemos, en el que solemos cazar un jabalí al año, y nos topáramos con este ejemplar es algo excepcional”, apuntó. Asimismo, expuso que son 150 socios, pero solo 30 de caza mayor. “A las batidas solemos ir entre seis y doce personas. El día que hacemos una y abatimos un jabalí, aunque pese 20 kilos, para nosotros ya es una fiesta”, añadió.
Aitor Merino, ingeniero forestal y asesor técnico de la FNC, expuso que la gestión que se hace en el coto cirbonero enfocada a la caza mayor está principalmente orientada a la prevención de los daños agrícolas y de los accidentes de tráfico, ya que por ese lugar cruzan varias carreteras, entre ellas la N-113. “La potencialidad que tiene el coto para el jabalí es muy reducida, ya que son solo 80 hectáreas de pinar. Pero los jabalís sí que lo utilizan mucho en sus desplazamientos. Se trata de un coto local, donde se caza de forma social. Este tipo de cuadrillas está haciendo una gran labor al prevenir los daños a la agricultura y al tratar de evitar los accidentes”, resaltó.
Ahora solo falta por aguardar a que la Junta Nacional revise las medidas de las piezas dentales del jabalí (la longitud de los colmillos es de 20,5 cm y la anchura, de 32 mm el izquierdo y de 31,5 el derecho; mientras que las amoladeras cuentan con un perímetro de 8,8 cm).
Javier Domínguez Melero, fiterano de 32 años, de Taxidermia Alhama, afirmó que, en los cuatro años que lleva trabajando, con 150-200 jabalís a sus espaldas, nunca había visto nada igual. “Al margen de que consiga o no el récord, está claro que es un ejemplar excepcional”, sentenció.
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