El Aspil-Jumpers Ribera Navarra FS ha escrito una nueva página en su catálogo de epopeyas ajenas a la lógica y ha empatado 3-3 en su visita a Córdoba Patrimonio de la Humanidad en una batalla titánica llena de alternativas que no se resolvió hasta el pitido final.
Un pitido que puso tregua a un choque que apenas la tuvo. En él, Lucas puso el 3-3 de portero jugador a falta de 68 segundos y, a falta de 30, Tripodi erró un doble penalti que podría haber supuesto un triunfo naranja completamente inverosímil.
Increíble porque hasta entonces el Aspil, perjudicado primero por otra lesión, la de Gus, y después por las expulsiones de Paulinho y Javivi, ésta injusta, se había visto condenado a sobrevivir ante tanta desdicha y un arbitraje nefasto que también se llevó por delante a Javier Lescún por protestar.
El inicio de partido ya fue volcánico. Un festival de goles del que el Aspil-Jumpers salió más tocado al haber dejado escapar dos ventajas ante Córdoba, fortalecido al haber podido reponerse tan rápido a los golpes. El primero, un derechazo de Javivi, que estrenó capitanía, a la salida de un córner, llegó a los 2:43 del inicio. Apenas dos minutos tardó Zequi en devolver la igualdad tras una rápida combinación de los cordobeses que resolvió ajustando su disparo al palo zurdo de Gus.
El partido siguió frenético y dos minutos más tarde Tripodi, que jugó los 40 minutos, igual que Lemine, volvió a adelantar al Ribera a pase de Paulinho en una jugada de estrategia que salió a la perfección. Otra vez, la alegría visitaba al Aspil, que volvió a encajar apenas unos segundos más tarde. De nuevo, Zequi empataba. Esta vez, castigando la espalda de la defensa Ribera y elevando la pelota por encima de Gus, que no llegó por poco al balón largo, y anotando a placer el 2-2.
Todo había ido a mil por hora en esos primeros siete minutos. Después, el vértigo desapareció y el partido continuó con algo más de sosiego, aunque ambos equipos disfrutaban de ocasiones cuando se lanzaban al ataque. El primero que acertó fue Córdoba, que castigó una pérdida en la creación por mediación de Koseky tras un pase largo en el que, de nuevo, castigaron la espalda del Ribera. Quedaban dos minutos para el descanso, pero el Ribera no pudo reponerse del golpe antes del paso por vestuarios.
Cerca del triunfo en un último minuto frenético
A la vuelta del descanso, los locales volvieron muy enchufados y dispusieron de ocasiones para anotar el cuarto. El Aspil, que pronto perdería a Gus tras un paradón con el ojo, empezó a verse obligado a subsistir. Un infortunio, uno más en la mochila de desdichas que parecen no tener fin. Por si no era suficiente, Paulinho fue expulsado por doble amarilla tras realizar mal un cambio y Lescún también dejó el partido por protestar.
inutos después, Javivi también tuvo que enfilar el camino de los vestuarios tras ver la segunda amarilla tras una falta tan rigurosa que la amarilla era difícil de explicar.
Entre medio, Rubén Camargo había disfrutado de su debut en pista con el Aspil. El Aspil-Jumpers afrontaba los últimos 8 minutos de un partido fundamental sin Javivi, Paulinho, Gus, Pazos, David, Ferran y Sergio. Siete jugadores y gran parte de la columna vertebral de una plantilla de doce. Durísimo. La roja de Javivi dejó al equipo 120 eternos segundos en inferioridad, pero el equipo supo, o más bien pudo, sobrevivir. Tras esto, el Ribera empezó a crecer de sus cenizas y a verse favorecido por la presión de los locales, que no rompían el partido.
Mientras había vida, había esperanza. Y ‘Pato’ empezó el aque de cinco con todo lo que quedaba en el banquillo con ‘cierta’ experiencia. Lucas, Lemine, Tripodi Nil y Uge eran todo lo que había. Y el equipo, una vez más, no se rindió y encontró la gloria del empate. Llevó la firma de Lucas, que envió a la red un zurdazo desde la banda derecha para poner el 3-3 en el marcador.
Los 68 segundos finales no podía ser otra cosa que de infarto. A falta de medio minuto, Córdoba cometió la sexta y Tripodi dispuso de un diez metros para darle la victoria a los naranjas, pero su disparo se marchó rozando el palo y el choque, que fue frenético hasta el último segundo, concluyó con 3-3 en el marcador.
Un punto que, a tenor de las condiciones previas y los condicionantes del choque, sabe a oro y deja al Aspil en decimocuarta posición con 9 puntos antes de recibir, el sábado a las 18:30 horas, a Burela en otro partido con tintes de final.
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