Tras la polémica desatada hace unos días en Fustiñana en torno a un cartel contra las agresiones sexistas, quisiera dar mi parecer. Por resumir, todo empieza cuando el PSN, pide vía moción la colocación de un cartel contra las agresiones sexistas, como los que se pueden ver a la entrada de cualquier otra localidad. La negativa por parte del alcalde, de Na+, viene acompañada de una reflexión diciendo que un cartel no soluciona el problema, no es efectivo y que de esa manera lo único que se consigue es fomentar casos como el de “la manada”.
La discusión ha estado servida, pero la cuestión es algo más profunda que decir sí o no a un cartel. No poniendo en duda el compromiso que el ayuntamiento de la localidad tenga frente a ésta lacra de la sociedad, y que llegado el momento se puedan dar charlas o información al respecto, no entiendo la negativa a la colocación del cartel por muy ineficaz que algunas personas lo vean.
La visibilización de un problema que existe, no fomenta casos como el ya mencionado, simplemente pone de manifiesto su existencia (que por otro lado sería un error ocultar) y además hace que las víctimas se sientan más arropadas y seguras, sobre todo a la hora de emitir una denuncia. Pero como decía antes y profundizando un poco, tal vez el cartel no sea una solución; necesitamos acciones concretas, como sería la recuperación de la figura de Técnico de Igualdad, que al calor de la crisis, fue eliminada. A lo largo de la pasada legislatura, desde la Agrupación Fustiñana de Izquierdas (AFI) se pidió su restitución y si no estoy mal informado, todavía seguimos igual. Eso sí que sería un importante paso.
Como también sería importante apoyar al programa de coeducación SKOLAE, porque a día de hoy, por parte de Na+ sólo ha sido objeto de críticas y de persecución. Un programa reconocido por la Unesco como SKOLAE, haría su aportación en cuanto a educar en las aulas. Más eficaz, tal vez, que un cartel. Que ¡ojo!, su importancia tendrá, por el mero hecho de ser objeto de ataques en muchas localidades. No te digo nada si el cartel es bilingüe.
Al ayuntamiento no le dolieron prendas para colocar en las entradas del pueblo dos gigantescos paneles con instantáneas de la localidad, sus fiestas etc., que ya ha deteriorado el sol y han desaparecido (no se sabe si para retirarlos definitivamente o para arreglarlos), como tampoco con la gigantesca bandera de Navarra que se coloca en la fachada del ayuntamiento, reivindicando algo obvio (la bandera navarra ya ondea oficialmente), patrimonializando en exclusiva un símbolo de toda la población navarra, quién sabe con qué intenciones. Ni a qué precio, pues se desconoce si su uso tiene coste alguno para las arcas municipales, pues la bandera de algún sitio saldrá, ¿no?
Por finalizar, personalmente yo defiendo la colocación del cartel, (su coste no implicaría mayor agravio económico a un pueblo que presume de superávit), como apoyo el programa SKOLAE, la figura de Técnico de Igualdad en nuestro ayuntamiento y cuantas iniciativas vayan encaminadas a crear una sociedad de igualdad y a superar un problema como el de la violencia machista. Hay que tener presente que, sin medios y sin acciones, cualquier comunicado o concentración queda en papel mojado.
Carlos Guillen Sola