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Las figuras de la comparsa de gigantes de Cascante fueron homenajeadas en el inicio de las fiestas como Cascantino Popular 2019, un reconocimiento que llega con motivo del centenario de las figuras del Moro, la Mora, el Abad y la Abadesa.
José Antonio Hernández Magallón, miembro de la comparsa de gigantes de Cascante, reconocía que estas van a ser unas fiestas especiales para los miembros de la comparsa. “Para nosotros es un orgullo poder afianzar la tradición de los gigantes en Cascante. Estas figuras llevan un siglo de historia bailando y pasando por distintas etapas pero creo que nunca antes han tenido el cariño y el protagonismo festivo que tienen en estos últimos años. Antes eran unas figuras que veías pasar, hoy son unos protagonistas que generan mucha emoción y alegría sobre todo en los más pequeños”.
La historia de las figuras que forman la comparsa ha llegado hasta nuestros días por la tradición oral. “Solo hemos encontrado una pequeña reseña antigua sobre ellos, pero sí que tenemos el relato de muchísimas personas mayores de la localidad cuyos padres ya iban con los gigantes por las calles de Cascante”, explica Hernández.
Aunque el centenario lo celebran todas las figuras, realmente son tres las que alcanzan el siglo de historia, el Moro, el Abad y la Abadesa. “Hasta hace 30 años las figuras eran 3 que iban con la charanga. Cuando empezaron a subir los gaiteros comenzamos a preparar coreografías y nos hizo falta una figura más para poder bailar por parejas, y fue entonces cuando se incorporó la figura de la Mora”, explica el miembro de la comparsa de gigantes de Cascante.
Una de las peculiaridades de estas figuras es que se trata de cabezas de cabezudo a las que en su día se les preparó una estructura para que pasaran a ser gigantes. “Así como los gigantes del resto de las localidades tienen las manos rígidas, aquí la persona que los hizo se le ocurrió poner las manos sujetas con una cuerda”, relata Hernández, algo que los ha convertido en unos personajes muy particulares y perfectamente identificables por todos los niños y niñas de la Ribera, que ha hecho únicos a los gigantes de Cascante.
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