Un vino perfecto para tomarlo con arroces, legumbres y carnes
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La innovación supone una característica imprescindible para cualquier empresa hoy
en día y las bodegas no son una excepción. Hace mucho tiempo que algunas
descubrieron este requisito y desde entonces su trabajo ha estado dirigido a
conseguir avanzar, desarrollar y crear diferentes colores, formas y sabores.
Con ese espíritu innovador, las bodegas navarras Malón de Echaide han presentado
su nuevo vino tinto de variedad garnacha y crianza de tres meses en roble que
viene presentado en botella ‘borgoña’.
También en el exterior de la botella hallamos una particularidad relevante. En su
etiqueta la botella muestra una escultura que a muchos les será familiar. Se trata
de la obra de Clemente Ochoa ubicada en la bodega. Como bien indica su
nombre, Entrega, esta escultura es un homenaje a los viticultores por su entrega
en aras del mejor producto. Desde la bodega destacan la inspiración que ha
supuesto esta obra, ya que con «ese espíritu de entrega y sacrificio», crearon «este
vino color rojo picota madura con destellos violáceos en el ribete, limpio y
brillante».
Una vez analizado todo aquello que descubrimos en su aspecto exterior, es el
momento de acercarse a lo que el resto de sentidos nos contarán de vino. En nariz
se muestra intenso, su carácter está marcado por la presencia de fruta en confitura
acompañada por ligeros toques minerales. En cuanto a la entrada, en boca se
descubre fresco, con una viva tanicidad de juventud que antecede a un final largo y
persistente.
Para degustarlo en perfectas condiciones, los requisitos son sencillos. Debemos
servirlo entre 15 y 18 grados, y supone un vino perfecto para tomarlo con arroces,
legumbres y carnes