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Abel Zardoya, profesor del centro de educación especial Torre Monreal, fue una de las 41 personas a las que sus Majestades los Reyes, acompañados por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía, condecoraron con la Orden del Mérito Civil en reconocimiento de su compromiso personal y contribución social.
Zardoya ha sido elegido en representación del sector educativo por el compromiso laboral y social que representa para la sociedad española y que en el caso del profesor de Ablitas se centra en un ámbito educativo de unas características muy particulares.
Para llegar hasta este acto que tuvo lugar en el salón de columnas del Palacio Real de Madrid, Abel completó sus estudios en el colegio público de Ablitas, luego en el Colegio de la Compañía de María para culminar esta etapa formativa en la Ribera en el Instituto Benjamín de Tudela. Convertirse en profesor, recuerda, fue casi una casualidad. «Empecé a estudiar Pedagogía pero fue durante un voluntario en Anfas en Pamplona cuando supe que la educación especial y lo relacionado con las personas con discapacidad era lo mio. Así que estudié pedagogía, hice un máster en educación especial y Magisterio en especialidad en Audición y Lenguaje».
Actualmente ejerce de profesor en el Colegio de Educación Especial Torre Monreal, donde también es el jefe de estudios y el encargado de liderar la coordinación pedagógica de este colegio al que acuden alrededor de 70 alumnos. «Nuestro día a día en el colegio se basa en lo que los alumnos deben aprender y garantizar la calidad educativa. Independientemente de las capacidades de cada alumno tenemos que intentar ser siempre excelentes. En nuestro caso, en muchas ocasiones, la respuesta educativa depende más del profesor que la capacidad de aprendizaje que pueda tener el alumnado. Al margen de esto el día a día de un profesor de educación especial no es tan diferente a cualquier otro docente», explica.
La noticia del reconocimiento a su profesor fue vivida de una manera muy especial en el colegio Torre Monreal. «Era algo que no se podía decir hasta el día del acto. Solo lo conocían algunos compañeros del equipo directivo que prepararon una televisión en el gimnasio todo el colegio vio el momento en el que aparecí en la pantalla a la vez. Para mí lo más satisfactorio es tener ese reconocimiento por parte todos los profesiones que trabajamos en el colegio, no solo maestros de educación especial, también los cuidadores, fisioterapeutas, orientadores, logopedas».
Lo que todavía no ha conseguido descubrir Abel Zardoya es cómo se ha convertido en el protagonista de esta historia que acabó con el profesor de Ablitas compartiendo sala y conversación con sus Majestades los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Un día recibí una llamada de protocolo del Gobierno de Navarra que se me informó que me van a llamar de la Casa Real y lo hacen porque en muchas ocasiones cuando ha llamado la Casa Real directamente han creído que se trataba de una broma. Me dicen que soy el candidato pero no quién te ha propuesto. Yo entiendo que al ser el jefe de estudios quizás he sido más visible que otros compañeros. Por experiencia sé que hay mucha gente dando el callo día a día como yo, gente anónima que hace bien en su trabajo. Para mí lo especial ha sido poder visibilizar la educación especial, así como la Ribera y mi pueblo, Ablitas, y que se ponga el foco sobre ello por algo bueno», asegura.
Tras el acto, Abel Zardoya pudo compartir un ágape con el resto de galardonados al que también asistieron sus Majestades los Reyes de España y que ya, alejados del protocolo, departieron conversación con los asistentes. «Los Reyes tenían un perfecto conocimiento de cada uno de nosotros. Felipe VI me dijo que conocía Ablitas por el aeródromo y la Reina Letizia compartió su opinión sobre la importancia de la educación. Ha sido una experiencia que no olvidaré porque para mí era impensable».
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