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Eneko Larrarte vivía la pasada noche electoral con un sabor agrio. Izquierda-Ezkerra, colación que lidera, lograba un resultado histórico en Tudela, alcanzando los 7 concejales y los 4.827 votos, muy por encima de los resultados que hace 4 años le llevaron al gobierno de la ciudad. «Creemos que es un buen resultado después de la campaña de desgaste que ha habido hacia nosotros, pero no se ha conseguido el objetivo número uno, que era sostener el Gobierno», lamentaba.
Tras felicitar al candidato de Navarra Suma, Larrarte ha reconocido que su deseo es que quien asuma la alcaldía «no tire por la borda el proyecto de ciudad que hemos empezado a construir». A partir del 15 de junio, ha reconocido, «nos toca hacer oposición, y estaremos vigilantes a que el proyecto que planteen para la ciudad sea un proyecto viable. Ya ha anunciado que su primera iniciativa es pedir una auditoría de las cuentas. Fabuloso. Creo que tanto la Cámara de Comptos como la intervención del Ayuntamiento hacen muy bien su trabajo. Nosotros intentaremos plantear nuestros proyectos, plantear propuestas, fiscalizar, seguir trabajando con los colectivos sociales que es que lo está en nuestro ADN y estar vigilantes para que el equipo de gobierno haga lo mejor posible su trabajo».
Por último, Larrarte agradecía a los 4.827 tudelanos y tudelanas que han confiado en la gestión que ha realizado el equipo de gobierno al frente del ayuntamiento. «Creo si nos contaban este resultado hace un mes no nos lo hubiésemos creído jamás. Y eso es el resultado de bagaje y el trabajo de un montón de personas». También lamentaba el tono y curso de la campaña vivida en Tudela, donde no ha podido enfrentar su modelo de ciudad con el que proponía Toquero. «No habíamos asistido a una campaña de acoso y derribo como la que se asistido todos en estos últimos meses, basada en mentiras y difamaciones que, al final, supongo que desgastan».
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