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La gestión de la Educación en Tudela y la Ribera, análisis de un despropósito, por Pedro González

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“En esta legislatura, la educación va a ser mi obsesión” dijo Uxue Barcos en su toma de posesión como Presidenta del Gobierno de Navarra y, revisando su discurso, quizá sea una de las pocas cosas que ha cumplido. Esta “obsesión” se ha materializado en unas decisiones sectarias que han primado un modelo (Modelo D) sobre los demás; en convocar unas oposiciones de profesorado saltándose los principios básicos de igualdad, mérito y capacidad y favoreciendo a las personas con dominio del euskera; en confiscar el importe de las becas del Ministerio a las familias más necesitadas y en imponer un modelo único de pensamiento, hurtando a las familias el derecho a decidir el modelo de educación y los valores que desean para sus hijos.

Pero si en alguna zona de Navarra se han “sufrido” esas decisiones y esa mala gestión, ha sido en Tudela y la Ribera. La inquina desmesurada del Departamento de Educación contra el modelo British/PAI (todos los centros públicos de Tudela lo son) impidiendo su expansión y desarrollo, junto con la oferta de grupos de Modelo D en la escuela pública a partir de un número ridículo de alumnado (se ha abierto en algún lugar hasta con 5 niños) mientras no se respetaba la libertad de los padres en otros modelos y redes, con grupos mucho más numerosos, han hecho que cada periodo de escolarización muchas familias tudelanas hayan visto pisoteados sus legítimos derechos como ciudadanos.

Esta situación ha sido una constante. Hoy es el día en el que, después del periodo de preinscripción para la ESO, hay 50 familias de Tudela y la Ribera que no tienen plaza porque los centros que piden están saturados. Pero claro, tanto nuestro Ayuntamiento, sustentado por los partidos que son socios del Gobierno de Barkos, como el propio Departamento de Educación, ponen el grito en el cielo cuando los ciudadanos exigen sus derechos porque, según ellos, la culpa de su desastrosa planificación y mala gestión es de los Gobiernos de UPN.

Se me ocurre una pregunta: ¿Si el futuro IESO de Ribaforada, que aliviará la presión de los IES de Tudela, hubiera sido de Modelo D estaría siquiera sin licitar, cuando debe de acoger a los alumnos en septiembre? Para responderla sólo hace falta ver lo que ha costado hacer el IESO de San Jorge, Modelo D por supuesto, que además en un par de años no va a ser necesario debido al descenso de la natalidad y que, por ello, se decidió no construirlo en legislaturas anteriores.

Luego viene en campaña la señora presidenta a Tudela, planta un micro en la Calle Herrerías y no tiene empacho en manifestar su compromiso con el campus de la UPNA en Tudela, cuando no han movido un solo dedo por desarrollarlo en 4 años, sino todo lo contrario, permitiendo que el rector y su equipo, manifestaran que el dinero invertido en Tudela es dinero tirado, con el silencio cómplice del Alcalde de Tudela y sus socios de Gobierno Municipal. A ver si ahora resulta que los intentos para llevarse Fisioterapia de Tudela, que ya son conocidos en los mentideros universitarios, son apoyo y compromiso con el desarrollo de la Ribera.

Podríamos seguir poniendo ejemplos del talante de este Gobierno, bien llamado del cambio, a peor claro, que está consiguiendo destrozar el que era, sin ningún género de dudas, el sistema educativo de más calidad en nuestro país, pero no quiero acabar esta carta sin insistir en algo que ha sido evidente en esta legislatura que, afortunadamente para la educación y para Tudela, termina. Todas estas decisiones no hubieran sido igual, ni siquiera posibles, con un Ayuntamiento de Tudela que, en vez de bailarle el agua a su “jefa” en Pamplona, hubiera luchado por los derechos educativos de los tudelanos.

El otro día, en un debate público, una madre leía una amarga carta en la que una familia denunciaba la injusta exclusión de una niña de un centro de Tudela en el que, según la legislación vigente, tenía derecho a ser admitida. Y acababa diciendo que ante el trato desconsiderado del Departamento acudió a pedir ayuda al Alcalde, por dos veces, y no le quiso recibir. Ahora conocemos que otros 26 niños riberos se han quedado sin plaza para cursar educación secundaria en Jesuitas tras el periodo de preinscripción. Esto es lo que ha hecho el actual Ayuntamiento por la educación en Tudela, decir amén ante las decisiones de un Departamento que ha ignorado a la Ribera. Ah, si!, han pintado algún colegio y han arreglado algún patio, como si con eso se asegurara la libertad, la igualdad de oportunidades de las personas y el desarrollo estratégico para un territorio que permite una educación de calidad.

Pedro González Felipe, Orientador escolar y miembro de la lista de Navarra Suma Tudela