El Ayuntamiento de Arguedas ha realizado una primera intervención en el antiguo Castillo de Arguedas, conocido popularmente como el Balconico de Los Moros, con el objetivo de recuperar y poner en valor este importante elemento del patrimonio histórico de Arguedas y de Navarra, como recurso cultural y turístico.
Para ello se ha mejorado el acceso y la seguridad del enclave; y además se ha trabajado en ampliar el conocimiento sobre la fortaleza, con la realización de distintas zonas de excavación y el diseño y la elaboración de un hito, dos carteles interpretativos y un folleto divulgativo.
La intervención la ha ejecutado la empresa QarK arqueología SL, con la colaboración del arqueólogo tudelano Luis Navas, que también han realizado una propuesta de las actuaciones a seguir en el futuro para continuar con la recuperación del castillo.
El proyecto se ha cofinanciado en un 80% de su coste con fondos europeos y del Gobierno de Navarra dentro de las Ayudas de la Estrategia de Desarrollo Rural del Programa de Desarrollo Rural de Navarra, gestionado por el Consorcio EDER.
Historia
Defender el territorio, su población y recursos no fue empresa fácil en la Edad Media en unas tierras que primero fueron límite entre la Frontera Superior de al-Andalus (aṯ-Ṯaḡr al-Aʿlà) y el Reino cristiano de Pamplona y que después en la Baja Edad Media fueron sometidas a un continuo acoso por parte de los reinos vecinos de Castilla y Aragón.
En este afán de defensa y protección del territorio surge una red de fortalezas comunicadas, entre las que se encuentra la de Arguedas, asociada al origen de la villa.
Ubicado, como es habitual, en un lugar elevado, el antiguo Castillo de Arguedas ocupa una planicie de yeso cercana al antiguo caserío, sobre la Iglesia de San Esteban, y a la que se accede por un empinado y sinuoso sendero desde la calle Barrio Nuevo del Casco Histórico de Arguedas. Sus constructores buscaron la defensa natural de los escarpes, barrancos, y donde estos no existían excavaron un foso, en el intento de hacerla inexpugnable.
Sobre ambos, escarpe y foso, se elevaron potentes muros y sólidas torres (hasta 5 torres chicas y la del homenaje según la documentación) de las que una mirada preparada puede distinguir alguno de sus vestigios. Fábricas y aparejos fueron combinándose y variando a lo largo de la dilatada vida del edificio: spicatum, mamposterías, sillerías diversas… para ampliar, adaptar o reparar la obra original de los daños ocasionados por la guerra o el tiempo.
Pero todos los cuidados y trabajos resultaron insuficientes a comienzos del siglo XVI, cuando ante el gran empuje de Castilla y los avances técnicos de la guerra, se produjo la conquista del territorio navarro y sus castillos, episodio que terminó con la destrucción de la mayoría de ellos. En el caso del de Arguedas en la primera campaña castellana de 1512.
Después de 5 siglos de destrucción, abandono y olvido, ni muchos de los propios vecinos y vecinas de Arguedas conocían la existencia del castillo, el Ayuntamiento de Arguedas encargo, en 2012, al arqueólogo tudelano Luis Navas, un primer informe para ordenar la información existente sobre la historia de la fortaleza, su importancia y unas primeras indicaciones sobre las actuaciones a realizar para su recuperación y puesta en valor. Aunque no ha sido hasta 2019 cuando que se ha podido afrontar la ejecución de los primeros pasos en este sentido.
El proyecto se ha cofinanciado en un 80% con fondos europeos y del Gobierno de Navarra de las Ayudas de la Estrategia de Desarrollo Rural del Programa de Desarrollo Rural de Navarra, gestionado por el Consorcio EDER, completando el 20% restante del coste la propia corporación arguedana.
Las actuaciones se han realizado mediante una asistencia externa por la empresa QarK arqueología SL, con la colaboración del arqueólogo Luis Navas y con la supervisión de Príncipe de Viana.
Han consistido básicamente en facilitar el acceso, su señalización y seguridad. También se han diseñado y elaborado dos carteles interpretativos que se han colocado en el casco urbano, en dos puntos donde pueden visualizarse restos de la construcción; y un hito interpretativo, que permitirá descargarse toda la información histórica existente y también la información interpretativa sobre la imponente vista panorámica que se disfruta desde la elevación donde se ubica el castillo.
Su ubicación es uno de los puntos fuertes del proyecto, su potencial como mirador, ya que el paisaje que se puede contemplar desde el cerro domina todo el municipio y una gran vista del todo el tramo medio del Ebro, permitiendo disfrutar todos los elementos propios del paisaje ribero, los campos de regadío, las vegas y sotos, junto a las planas de Montes de Cierzo, el Sistema Ibérico riojano y la silueta omnipresente del Moncayo.
Además se ha elaborado un folleto divulgativo, del que se han editado en papel 1.500 ejemplares, pero que estará a disposición de todos los interesados de forma telemática.
Otro apartado importante de los trabajos ha sido los distintos puntos de excavación realizados, que han permitido profundizar en el conocimiento de este elemento del patrimonio histórico arguedano y navarro, bastante desconocido hasta el momento, tanto en lo que se refiere a su origen, como a los elementos que los formaban de forma precisa. Los técnicos responsables de la actuación han realizado un informe con los resultados obtenidos, y a su vez, detallan propuestas de los pasos a seguir en el futuro para continuar con la recuperación y puesta de valor de la fortaleza.
Así mismo, se ha aprovechado la presencia de los técnicos para dar a conocer entre la población local la existencia del Castillo y el avance de excavaciones y trabajos y se han ofertado todos los jueves de los dos últimos meses vistas guiadas para las personas interesadas, que han tenido una gran aceptación; y que han culminan con una última visita guiada el sábado 6 de abril, tras la que se procederá al sellado de las excavaciones realizadas para evitar posibles daños.