Querido M, no han pasado ni una semana desde la manifestación feminista, y ya casi nadie se acuerda de ella, dos y el gato, entre ellos yo, ¿A que pueda ser debido? Sin duda a dos consideraciones de termino mayor; una que parece contradictoria es que no era una huelga, tampoco una manifestación espontánea de mujeres, si no una simple convocatoria política y, de una parte. Y dos, es que ninguna de sus reivindicaciones tiene la consideración de lo que venimos en llamar un “derecho, cualquiera de sus denuncias es, o una representación mal entendida o una igualdad que ya está reconocida y que de hecho ya funciona como una igualdad.
Pero de eso seguro que ya has leído mucho y reído mucho más, yo lo que quería decirte, querido M. es que el feminismo es una coartada política, como la palabra cultura es la coartada de la más extensa incultura. Decir hoy feminismo no significa gran cosa, debe acompañarse de un montón de adjetivos que no significan gran cosa, empoderamiento es autoconfianza, y sororidad no deja de ser una empatía de hermanas, y todo lo demás no deja de ser mucha más cosa que una gradación de la victimización. El feminismo es una graduación victimista de la relación entre sus categorías, al modo Patrístico o Escolástico y siempre Aristotélico (exagerado) en el que se discutía cuantos ángeles cabían en pie en un alfiler y si las mujeres tenían o no alma.
Hoy el feminismo ha dejado de ser un lugar común de las mujeres para ser un lugar de enfrentamiento entre mujeres, bien es verdad que las hay que con la más buena intención intentan que ese lugar sea común, pero aunque estén llenas de buena voluntad el camino al infierno esta lleno de las acciones de esta gente voluntariosa, que al querer ser ecuánimes y pacíficos, al final alimentan al más violento, al más disgregador, al más gritón, al más insultante porque piensan que al no hacerle frente lo van a convencer y apaciguar.
Hoy al igual que en el pasado cuando los patriarcas de la iglesia discutían si la mujer tenía alma o no, las feministas discuten quien es feminista o no, o si siendo feminista se es más o menos feminista. O se da a entender que el reino de los cielos es feminista para los hombres y las mujeres, todos feministas rezan, pero cada vez esta más claro que ciertos lugares de gozo celestial están reservados a un cierto feminismo anticapitalista. Fuera de este no sobrevive ni Dios. Diríase que un hace un milenio que existió un feminismo liberal, aquel que consiguió el sufragio universal, por ejemplo, o el que en las consiguientes Constituciones liberales lograron que existiera el artículo en el que se cita que es un delito la discriminación por razón de género, pero no, este feminismo esta considerado herético por el feminismo anticapitalista, y antiliberal… (en mi ciudad vasco nacionalista) y muchas cosas más “anti” y es tal la capacidad de hacer herético todo lo que toca de este neofeminismo postmoderno o postcomunista que bien parecen que están entrando en el IV Concilio de Letrán (año 1215) donde se dio carta de naturaleza a la primera Inquisición.
Yo con estos tientes tan dogmáticos, Querido M.; he de decirte que en nada me siento feminista, prefiero volver a el lugar común del ciudadano, que ellos y ellas decidan que prefieren; un feminismo voraz y político o el lugar común de todos como ciudadanos con unos derechos y deberes. Porque el feminismo ha pasado a ser un lugar más de la lucha ideológica a un lugar donde se tratan las cosas de la “civitas”, cosa que no ocurre con la idea de ciudadano que todavía no han conseguido que sea un campo de batalla político
Y que sigamos así por mucho tiempo. En Fin.
P.D; A seguir con salud, si nos dejan. Tu amigo y confidente.
Juan Manuel García Albericio