Ecologistas en Acción de Navarra pide que se extiendan a todas las áreas urbanas las restricciones temporales del tráfico motorizado en episodios de elevada contaminación como el actual.
Con el anticiclón que lleva instalado una semana sobre la Península Ibérica, el intenso tráfico motorizado que soportan las principales áreas metropolitanas españolas ha provocado que se disparen los niveles de partículas en el aire urbano, sin que la mayor parte de las autoridades estén adoptando medidas para proteger la salud de la población. La situación se ha agravado además por la llegada de polvo africano a la fachada oeste de la Península.
Desde Ecologistas en Acción de Navarra instamos a Gobierno de Navarra y a los diferentes municipios de ciudades grandes y medias, como Pamplona y Tudela, a establecer protocolos específicos frente a la contaminación por partículas. Estos protocolos deben ser ambiciosos frente a la laxitud de la normativa estatal.
En Pamplona en 2 ocasiones y en Tudela en 3 ocasiones se ha superado el valor límite diario de partículas PM10, establecido por la normativa en 50 microgramos por metro cúbico, sin que por parte de las autoridades locales y autonómicas respectivas se haya adoptado ninguna medida, ni informativa ni de limitación del tráfico urbano.
Los valores que hemos tenido estos días en Pamplona (Plaza de la Cruz) son: viernes 22 de febrero con 64 y el sábado 23 con 53. A su vez los valores de la nueva estación situada en el centro de Tudela son: el miércoles 20 de febrero con 53, jueves con 53, viernes con 55. Estos datos son producto de la media de las 24 horas de cada día.
La legislación española es muy laxa al respecto y establece que se deben tomar medidas a partir de 35 días de superaciones. Sin embargo la OMS recomienda que estas medidas se pongan en marcha a partir de 3 días con superaciones.
Nosotros tomamos como el valor de referencia la recomendación que da la OMS por ser más garantista. Creemos que aunque la legislación no obligue y aunque no se tenga un protocolo anti contaminación sí que se podrían tomar medidas. Medidas que sí están tomando territorios y municipios de España, como Asturias y Valladolid. Esas medidas incluyen la eliminación del tráfico rodado y la información a la población.
Analizando y comparando los datos de las dos estaciones de Tudela se puede comprobar como los datos de partículas han sido peores y más elevados en la estación medidora situada en el centro de la ciudad. Eso quiere decir que a las partículas con origen en el polvo africano se han sumado partículas cuyo origen está en la ciudad. Aunque sobre el polvo proveniente del continente africano no podemos hacer nada sí que se puede actuar sobre las fuentes cercanas, como por ejemplo el tráfico. Reduciendo el aporte de esas fuentes urbanas se hubiera reducido una parte del total. Así se ha actuado en Asturias y Valladolid, territorios donde sí cuentan con protocolos anti contaminación por partículas.
Por ello, y ante la persistencia del anticiclón durante esta semana, Ecologistas en Acción pide que se extiendan a todas las áreas urbanas afectadas las medidas de reducción del tráfico motorizado adoptadas por las autoridades de Asturias y Valladolid, advirtiendo a las personas más sensibles a la contaminación atmosférica, tales como la infancia, las personas mayores, las mujeres gestantes o personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, de que se protejan.
La contaminación atmosférica por partículas fue responsable en 2015 de casi 28.000 muertes prematuras en España, según el último informe sobre la calidad del aire publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente, citando estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El Instituto de Salud Carlos III ha estimado en casi 3.000 las muertes anuales producidas por la exposición a corto plazo a partículas en la veintena de ciudades españolas donde se ha encontrado una asociación significativa entre contaminación y mortalidad.
Se trata por ello de un importante problema ambiental y sanitario, agravado por el cambio climático global, que está reduciendo las precipitaciones e incrementa las situaciones meteorológicas estables favorables a la acumulación de la contaminación atmosférica.