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Bardenas Reales ya es zona cardioprotegida, por Félix Zapatero

La Comunidad de Bardenas ha equipado con desfibriladores automáticos dos de los vehículos de su servicio de guarderío que se unen al existente en el centro de información de Aguilares

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Tras la renovación de los certificados de primeros auxilios, soporte vital básico y manejo del desfibrilador por parte de dos personas de la Comunidad de Bardenas Reales (guarderío) y otras dos de la empresa gestora del Centro de Información de Aguilares, donde ya existía un equipo desfibrilador, la Comisión Permanente tomó la decisión de adquirir dos nuevos equipos para dotar a los vehículos del guarderío certificado, con la intención de crear zonas cardioprotegidas y reducir el tiempo de respuesta ante posibles casos de paradas cardiorrespiratorias de los visitantes, turistas, trabajadores o de cualquier persona que se encuentre en el entorno del parque o próximo a él.

En casos de paradas cardiorrespiratorias el tiempo de respuesta es muy importante, por lo que la disponibilidad de estos equipos en los vehículos del guarderío y debidamente identificados, contribuirán a tener una actuación más corta en el tiempo y aumentar las posibilidades de éxito y con ello salvar vidas. Para conseguirlo basta con que un desfibrilador sea accesible y aplicado a la persona en los primeros 5 minutos. (Cada minuto que pasa se reduce un 7% las expectativas de supervivencia).

En Navarra hay actualmente instalados y registrados un total de 504 desfibriladores, según el registro del Departamento de Salud.

Todos podemos salvar una vida, ya que el funcionamiento de un desfibrilador es muy sencillo; y esa vida puede ser la de un amigo, un hermano, un hijo o la suya propia. La función básica de los desfibriladores es la de permitir restablecer el ritmo cardiaco normal mediante una descarga eléctrica, una vez iniciadas las maniobras previstas en la “cadena de supervivencia”.

Solo en Navarra se producen al año 350 paradas cardiacas y registra un índice del 19,2% de supervivencia sin secuelas, frente a la media estatal que se sitúa en el 10%. Por lo tanto, desde la Comunidad creíamos conveniente ser pioneros en este sentido y dotar al entorno (zona de máxima afluencia) con tres desfibriladores, con el objetivo de generar espacios cardioprotegidos y crear una red de primeras personas intervinientes convenientemente formadas en reanimación que ayuden a mejorar esos datos, línea en la que se seguirá con la incorporación de las nuevas plazas de guarderio ofertadas recientemente.