Represento a una serie de vecinos del barrio del Instituto, calles comprendidas entre el barrio de Lourdes y el supermercado Alcampo (antiguo Sabeco). Con motivo de la celebración de la última edición de los presupuestos participativos del ayuntamiento de Tudela, nos animamos a presentar una solicitud de mejora de nuestro barrio, y nos vemos en la obligación de hacer pública esta protesta ante la falta de profesionalidad del ayuntamiento al respecto.
No se trata de culpar a los funcionarios del ayuntamiento, ni al alcalde que esté, sea del signo que sea. No se trata de una pataleta por no conseguir lo que demandamos. Se trata de la manera que tiene el ayuntamiento de tratar al ciudadano de Tudela que pide mejoras en su ciudad.
No es la primera ni la última vez que el ayuntamiento actúa así. Les voy a poner un ejemplo esclarecedor antes de centrarme en los presupuestos participativos;
En verano, este mismo grupo de personas del Instituto, al ser la mayoría padres de niños pequeños, pensó en hacer algo diferente en su barrio para entretener a los niños, un cine de barrio. De alguna manera y aprovechando el buen tiempo queríamos poner un proyector en una de las calles peatonales de nuestro barrio en días sueltos de Julio. Queríamos hacerlo con la anuencia de los vecinos, en un horario que no molestase y sin grandes aglomeraciones. Aun así, como a cualquier persona, nos surgieron muchas dudas (derechos de autor, permisos, etc…) por lo cual presentamos una instancia en el SAT de Tudela para que fuese el ayuntamiento el que nos dijese si se podía hacer o no y cómo. Estábamos en Mayo.
Hasta aquí todo normal, si el ayuntamiento nos daba el visto bueno, fenomenal, si no, pues así eran las leyes y “san sacabao”. Pero lo que no teníamos ni idea era el proceso kafkiano que sufre la instancia de un ciudadano en el ayuntamiento de Tudela. Pasan días y días y no recibimos contestación. Llamamos al ayuntamiento una primera vez y nos contestan que la instancia está en Policía Municipal, ya que el SAT ha estimado que es el órgano competente.
Muy bien, llamamos a Policía Municipal y allí nos indican que han hecho el correspondiente informe técnico (¿) pero que creen que no es competencia suya y han trasladado la instancia a urbanismo.
Llamamos a urbanismo una mañana. No cogen. Volvemos a llamar. No cogen. Llamamos y por fin contesta un funcionario que, antes de que pueda explicarle nada, me dice que la persona responsable no está pero que él trabaja en el mismo despacho, así que por favor deje de llamar. Tal cual. ¿pero no es precisamente su trabajo atender a los ciudadanos que llaman preguntando?. En fin, contactamos con la persona responsable y nos dice que no cree que sea competencia de urbanismo, que al ser una actividad en exterior eso debe ser de policía municipal, y para allá que va de nuevo nuestra instancia viajera.
Siguen pasando los días y nos acercamos peligrosamente a Julio. Desde policía municipal dicen que no, que no es competencia suya, que tiene que ser de urbanismo y la devuelven. En este punto nuestro cabreo era importante. Uno intenta tener paciencia y pensar que los funcionarios no actúan de mala fe, pero, fíjense que malvado soy, que empecé a pensar que todos escurrían el bulto. Contactamos con atención ciudadana y visto lo visto la instancia llega a una persona encargada de estos casos “difíciles” de catalogar. Lo de “difíciles” me da risa porque cuando hay voluntad para realizar actos culturales, artísticos, o simplemente participativos en la calle, los obstáculos, en vez de crearlos se intentan allanar. Y es triste pensar que la realidad de Tudela es que cuando los actos son propuestos por un determinado colectivo hay más facilidades que cuando son propuestos por un colectivo anónimo.
Nuestra peregrina instancia sigue sin resolverse. Habíamos especificado los jueves de Julio para realizar la actividad y ya estamos en la segunda semana. Se puede cumplir la paradoja que pase todo Julio sin que nos contesten. En esta sección de atención ciudadana no contestan. Llamamos y me comenta un funcionario que la responsable está de vacaciones. Vale muy bien, pero ¿podría contestarme usted?. El funcionario me comenta que como es su jefa la que lleva el asunto que él no se atreve a darnos una respuesta (como no…) y que esperemos su vuelta.
Vuelve y nos llama para decirnos…que pasa la instancia a Alcaldía. De verdad que ni Kafka hubiera imaginado un proceso administrativo tan irracional y tan inoperante. Por fin es el propio alcalde el que resuelve la instancia y nos dice que no autoriza la actividad. Es la única vez que la persona supuestamente responsable, lo es de verdad y contesta claramente, que es lo primero que demanda un ciudadano cuando se acerca a su ayuntamiento.
No es el problema que nos dieran o no la razón. La cuestión es que cuando un ciudadano de Tudela plantea una demanda, los oxidados engranajes del ayuntamiento hacen que al ciudadano se le planteen más problemas que soluciones. No voy a poner en la picota a los funcionarios porque en todos lados cuecen habas y sé que muchos funcionarios están hasta arriba de trabajo pero el anterior ejemplo da que pensar.
Nuestra zona sufre un abandono continuado desde hace años. El intensivo uso de las pocas instalaciones públicas que rodean la zona de la plaza Alfonso X (plaza de la fuente) han hecho mella en bancos, calles y parques. Somos un barrio joven con muchos niños, la mayoría del entorno del Colegio huertas Mayores pero también de otros colegios al encontrase aquí una academia de inglés conocida. Un grupo de padres nos juntamos para realizar una propuesta en los presupuestos participativos de Tudela. Se trataba de proponer unas pequeñas mejoras en el barrio: iluminación deficiente, problema de zonas caninas y heces de perro, vandalismo en la fuente de la plaza, limpieza de accesos al colegio, racionalización del trafico…esta última medida se ha demostrado que no era venial pues hemos sufrido cinco atropellos con heridos en las últimas semanas en nuestra zona (que le pidan el informe a policía municipal).
Pues bien, presentado el proyecto, comienza un periodo en que los técnicos del ayuntamiento valoran las propuestas y, algo fundamental: se ponen en contacto con los responsables de cada proyecto. Esa es la manera en que las propuestas que hacemos los no versados en temas técnicos puedan ser amoldadas al condicionamiento técnico, así como a una valoración económica dentro de un presupuesto (60000 euros en el caso de inversiones para los presupuestos participativos).
Pasa el tiempo y no se pone en contacto con nosotros ningún técnico del ayuntamiento, por lo cual pensamos que al ser medidas sencillas no suponen un problema para el condicionado de los presupuestos participativos. Y llega la resolución del ayuntamiento sobre todas las propuestas presentadas (93) que determina cuales pasaran a la fase de votación popular. Y la nuestra es…¿rechazada?.
La razón esgrimida para rechazarla es textualmente:” puede contradecir el EMOT del PMUS sobre la zona”. Traducido quiere decir que lo rechazan porque puede contravenir algún informe técnico del ayuntamiento, pero acaba de transcurrir el periodo en que los técnicos del ayuntamiento nos lo tendrían que haber advertido si efectivamente contravenía un informe al que solo ellos acceden y no nos han dicho nada. Nosotros hubiéramos estado encantados de modificar la propuesta o amoldarla como hubieran dicho los técnicos. Pero el ayuntamiento simplemente la rechaza y no deja que llegue a la votación popular. De nuevo no protestamos por una pataleta, protestamos porque ustedes no hacen su trabajo en los plazos convenidos e interfieren en nuestro derecho a poder elegir unas medidas de mejora de nuestro barrio en una votación popular.
Para que vean lo absurdo de la situación se han admitido para la votación popular otras propuestas de grupos o colectivos pequeños (el espíritu de los presupuestos participativos es el de propuestas para el bien común), o por ejemplo el de una persona que para mejorar la plaza de su barrio solo puso: “quiero más sol en mi plaza”. Me alegro por esta persona que el hecho de quiera más sol en su plaza no vaya en contra del EMOT del PMUS.
Nosotros solo queríamos que la gente decidiese por votación cuales son las actuaciones en las que invertiría dinero para la mejora de la ciudad, que los presupuestos participativos sean un instrumento de la ciudadanía para la participación democrática. Es el ayuntamiento y su dejadez el que permite la sospecha continua de que los presupuestos participativos son solo una campaña de publicidad. A día de hoy todavía no se nos ha explicado por qué se rechazó la propuesta. Se nos dijo hace 15 días que nos llamaría el concejal correspondiente…aún estamos esperando. Este escrito seguramente solo sirva para que recibamos una llamada para animarnos a presentarnos el año que viene (en vez de solucionar éste), por eso por lo menos le quería pedir al ayuntamiento, que ya que tiene veinte bancos cogiendo polvo en los almacenes de policía municipal, nos coloquen el que desapareció de nuestro parque.