Leí con sorpresa hace algunas fechas el titular de que la autopista AP-15 iba a ser gratis pero unos segundos más tarde leyendo la noticia lejos de alegrarme, me terminó soliviantando. Y es que esta “gratuidad” tiene tantos condicionantes que resulta irónica.
Lo primero, decir que no es del todo gratuita ya que se va a tener que pagar el IVA. Lo segundo, esta exención solo está contemplada para los trayectos de ida y vuelta siempre que se hagan en un día y además resulta que únicamente para los que dispongan de VIA T con lo que no entran en este premio los usuarios sin descuento o lo que es peor los usuarios que tengan la tarjeta de Audenasa (tarjeta que la propia Audenasa cobra una cuota por tenerla). En fin que tienes que cumplir tantos requisitos que salvo que vayas a visitar a un amigo, al hospital o de compras al Corte Ingles, no te afecta este privilegio.
Y claro, leo estos titulares y comienzo a hacerme preguntas:¿Cuándo, de una vez por todas, la autopista AP-15, ya requetepagada por los navarros y resto de usuarios, va a ser gratuita al menos para los usuarios de esta Comunidad?. ¿Por qué resulta que ir de Pamplona a Estella, Sangüesa, Alsasua, Huesca, Logroño, San Sebastián, Vitoria… sale gratis o prácticamente gratis pero ir de Pamplona a Tudela pasando por Tafalla y Olite o viceversa sigue costando dinero?. ¿No son estas ciudades el eje vertebral de la Comunidad? ¿Somos los de la Ribera y Zona Media, navarros de segunda categoría?. No lo entiendo.
Pero no solo la gratuidad de la autopista me está dejando un mal sabor de boca en estos primeros días de 2019 y es que la Mancomunidad de Residuos de la Ribera, ha decidido subir de nuevo la cuota de basuras. Y me pregunto ¿cómo se explica que los ciudadanos cada vez nos impliquemos, nos molestemos y por qué no decirlo, nos trastornemos más en reciclar los residuos y a cambio la tasa que pagamos por el servicio nos suba exponencialmente año a año?. Tampoco lo entiendo, ¿Cuánto más reciclamos más sube la tasa de basuras?
Y por si fuera poco también los sellos han subido más de un 10% y el servicio de Correos, lejos de mejorar, creo que ha empeorado. Aclarar que el mal funcionamiento no me cabe duda que es por la falta de personal y no por los funcionarios en sí. Me explico. Soy todavía de los pocos que envía varias postales navideñas escritas, rubricadas y pegando sello en el sobre cada Navidad. Este año además de la postal envié un paquete. El 22 de diciembre fui a la oficina de correos y el funcionario me preguntó si lo quería certificar o mandarlo por correo ordinario. Uno costaba más de 5 euros y el otro más de 8. Le pedí saber cuál era la diferencia y si certificándolo llegaba antes a su destino, pero me dijo que no, llegaban igual de rápido pero certificándolo me aseguraba que el paquete llegaría y si no tenía derecho a indemnización. Y en efecto llegó, tardó lo suyo, fue lento, pero llegó. No miento, mi amigo recogió el paquete el día 8 de enero, un paquete viajero que estuvo nada más y nada menos que 17 días de travesía por 8 euros. Mucha subida para tan pobre servicio.
Julián Marín Mencos