A Eneko Larrarte, alcalde de Tudela.
El Euskera o Vascuence es un patrimonio común a todas y todos los navarros y ante dicho patrimonio común debe prevalecer la igualdad de esta ciudadanía en cuanto a derechos y oportunidades, con base en la libertad de los Tudelanos y Tudelanas en cuanto a la elección de la lengua oficial que se desee utilizar.
Según la Ley, toda la Administración Pública de Navarra debe proteger la recuperación y el desarrollo de esta lengua como lengua propia de toda la Comunidad Foral. No nos parece normal que se le puntúe a una persona por saber inglés, francés y alemán y al euskera que forma parte de nuestra historia, de nuestra cultura, se le margine en una misma convocatoria y se le trate de hundir día a día en esta zona.
La división lingüística de Navarra actual fue fruto de intereses políticos muy bien creados, una estrategia de la derecha y del reformismo socialista de Navarra, al objeto de marginar a la Ribera de este patrimonio histórico, como ha seguido sucediendo en las últimas décadas, también en el plano económico y social. Hay que apuntar que, “Zona lingüística” solo existe en Navarra y no tiene ningún sentido, conlleva el riesgo de perder este idioma tan valioso para todas las navarras y navarros, sobre todo, en las zonas donde más necesario es protegerla.
Es increíble que este alcalde de Tudela conteste que “no se trata de que se valore menos el euskera que otros idiomas en un concurso oposición municipal, sino que simplemente, y porque no hay ninguna obligación, no se ha valorado” para rechazar, con semejante falacia, la recomendación del Defensor del Pueblo de valorar el euskera al menos por igual que los demás idiomas como marca la ley.
Qué triste que vuestros intereses políticos estén por encima de conservar, cuidar y proteger un tesoro como es la lingua Navarrorum.
O esto es una broma, o al estar cercanas las elecciones el alcalde de nuestra ciudad quiere afinar tácticamente posiciones ante la derecha o ¿quizás el PSOE de nuevo lo tiene “atrapado”?, como ha ocurrido cotidianamente en otras planos de la vida política municipal.
El euskera en la Ribera, en Tudela, es necesario. Primero por no quedar relegados del resto de Navarros y Navarras, es decir, porque no nos hagan ser habitantes de segunda categoría. Segundo, porque seguir manteniendo la división lingüística y discriminar una lengua es una auténtica aberración social, histórica y patrimonial. Tercero, y dirigiéndonos al tema puramente comercial, el turismo que nos visita, queramos o no, en su mayoría procede de Navarra y de Euskadi. Las estadísticas oficiales así lo demuestran. Observese: Hoteles, Senda Viva, Bardenas, Moncayo, el Bocal, Catedral de Tudela, etc. y no hay un triste anuncio en nuestra lengua. Turismo que bien merece un respeto. Mucho “Consorcio Eder”, mucho interés turístico y poca promoción del mayor tesoro que tenemos en esta tierra. Es curioso entrar en un restaurante y poder comer en inglés y en francés y no es euskera, cuando muchos de los profesionales de la hostelería Tudelana han estudiado y aprendido en Donostia.
Todas estas gentes que vienen constantemente a nuestra Ribera, con políticas de este tipo, ¿seguirán viniendo?
Muchos intereses políticos deben seguir existiendo todavía como para mantener una práctica obsoleta, rancia y discriminatoria hacia el Vascuence en Tudela y la Ribera.
CUP Tudela-Tutera