Marisa Marqués, Javier Espinosa, Mikel Pau Casado e Iñigo Arregui
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El ayuntamiento de Tudela, a través de la concejalía de Bienestar Social, ha encargado la redacción de un estudio que permitirá conocer la realidad socio económica y urbana del Casco Viejo de la ciudad con el objetivo de determinar futuras intervenciones urbanas y socio comunitarias con la población que reside en este barrio de la capital ribera.

El último estudio sobre el Casco Viejo se remonta a la década de los 90, cuando se actualizó el PEPRI entre los años 1991 y 1997. Posteriormente también se recogió información no tan pormenorizada sobre la realidad de la zona para abordar el Plan Estratégico de la Ciudad, entre 2001 y 2001. Con los datos que se recaben en esta ocasión, ha avanzado la concejal de Servicios Sociales, Marisa Marqués, «se diseñarán propuestas de actuación que se vinculen a las necesidades actuales de la población que reside en el Casco Viejo y a los agentes económicos y sociales que actúan en el Casco Antiguo gracias al doble objetivo de este estudio, por un lado contar con una base informática y analítica suficiente para elaborar un plan de intervención sociocomunitaria en el Casco Antiguo de Tudela y, por otro lado, actualizar la información y análisis socioeconómico y urbanístico del casco antiguo para afrontar la revisión del PEPRI vigente»

El desarrollo del estudio correrá a cargo de un equipo multidisciplinar formado por el sociólogo Javier Espinosa, el economista Iñigo Arregui y el arquitecto Mikel Pau Casado. Espinosa adelantaba que el estudio va a poner el foco de atención en aspectos sociodemográficos, donde se analizarán cuestiones como quién vive en el casco viejo, su relación con la actividad socioeconómica de la zona, cómo se configuran los hogares y la situación social. También se va a analizar el Casco Antiguo como soporte de una actividad productiva para analizar sus recursos, actividades y potencial, la situación de la vivienda en la zona, la movilidad, la calidad del espacio público o la visión que tienen los vecinos y ciudadanos del resto de la capital ribera sobre las problemáticas que afectan al casco histórico.

En total, ha indicado Arregui, se van a cruzar alrededor de 70 indicadores cuyos resultados se plasmarán en mapas temáticos y mapas de calor que permitirán obtener una visión de la incidencia que tienen diversas cuestiones en el las distintas áreas del Casco Viejo.

Para ello, han avanzado, se va a realizar un trabajo de campo que se prolongará hasta finales de este año en el que se realizarán encuestas a la población residente. Además se recabará información en dos foros dirigidos a la población residente y el sector productivo, se desarrollarán talleres con personas mayores y residentes así como entrevistas a agentes específicos. Este trabajo finalizará en diciembre de este año y dará paso a una fase de análisis estratégico que finalizará el 31 de marzo de 2019 tras la cual se darán a conocer las conclusiones de un trabajo al que el ayuntamiento de Tudela va a destinar 25.894 euros.

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