María Herrera ha llevado la jota navarra por países de todo el mundo, como Israel, Estados Unidos, Francia, Argentina o Japón, así como al pabellón de Navarra en la Expo 92, y muchos otros lugares de España. Por toda su trayectoria en lo más alto de la jota, la peña Ciudad Deportiva la reconocerá este año como Tudelana Popular, el día 26 de julio.
La afamada jotera recibió la noticia emocionada y agradecida. “Estoy contenta, alegre, nerviosa… Un cúmulo de cosas que no se pueden explicar muy bien. Es un orgullo el ser Tudelana Popular. He estado muchos años, más de veinte, cantando a los populares, este año me tocará estar en otra faceta, intentaré disfrutarla lo máximo posible”.
María ha recibido los premios y galardones
más importantes del mundo de la jota
María Herrera lleva desde los seis años cantando jotas: “Empecé en la escuela de Tudela, donde estuve unos 26 años, y también me he formado dando clases de canto, y en Aragón aprendiendo jota aragonesa”. Actualmente es profesora y directora de tres escuelas de Jota, Murchante, Buñuel y Ribaforada, y pertenece a dos grupos de Jotas, Tudela Canta y Acordes Navarros. “Participo en todos los festivales a los que me llaman y rondas joteras por toda la geografía navarra, de la Rioja y de Aragón”, explicó Herrera. En cuanto a su trayectoria, María Herrera ha recibido los premios y galardones más importantes del mundo de la jota. El año pasado se hizo con el premio Campeón de Campeones, “que era una espina que tenía un poco clavada porque llevaba 21 años yendo al concurso de Tafalla sin faltar ningún año, y el año pasado al final lo conseguí”. Destacan también cuatro premios Comunidad Foral del Concurso de Tudela, cinco memoriales Raimundo Lanas, en Murillo del Fruto, siendo la participante que más premios ha obtenido por lo que le hicieron un homenaje. También en Aragón está muy orgullosa de cómo le ha ido, ya que, siendo una persona de otra comunidad, ha obtenido primeros premios en Tauste, Pinsoro, Ejea, Tarazona, y el segundo premio del Certamen de Jota Aragonesa de Zaragoza, que para los aragoneses tiene un gran prestigio.
“Lo cierto”, reconoce la jotera, “es que gracias a la jota he viajado mucho, y he conocido mucho mundo. La jota es parte de mi vida, no puedo estar sin cantar jota”.