Llega el momento de la despedida. Tras cuatro años y medio maravillosos dirigiendo el C.A. Milagrés, toca cerrar una etapa. Resulta casi imposible condensar en esta carta los muchos momentos vividos, las anécdotas y los sentimientos que se han ido sucediendo en este viaje.
Hoy se ha decidido que no seguiré al frente del primer equipo del C.A. Milagrés.
Se da por finalizada nuestra relación, dando por cumplidos, de forma sobresaliente, el ciclo y la aportación que ambas partes hemos sido capaces de compartir a lo largo de estas cuatro últimas temporadas.
Se cierra una etapa en la que he crecido como entrenador y persona, en la que hemos aprendido cada día pese a las dificultades encontradas.
Aún recuerdo el primer día, una mesa, varios socios y dos directivos para intentar dar forma a un club, heredero de la historia pero sin rumbo ni dirección. Fueron meses duros de trabajo para arrancar en Primera Regional, duros pero con la ilusión de recuperar en Milagro la pasión del pueblo por su equipo de fútbol y con el difícil reto de entrenar al equipo que siempre soñé entrenar. Presentamos un proyecto a cinco años. El segundo año presentamos equipo juvenil, (Mi amigo Wences sabe de primera mano lo que nos costó) y llegaron los mayores éxitos deportivos logrados.
Han sido años realmente exigentes, siempre fieles a los pilares que soportaban el Proyecto. Cada temporada hemos tenido que comenzar la plantilla casi desde cero, pero siempre con un objetivo claro.
“El club está por encima de los intereses particulares”
Hace varios meses, estuve analizando si era bueno para el club, y también para mí, continuar adelante, si es que finalmente el Club me lo proponía. Tras ese análisis, he decidido comunicar al club que no voy a continuar.
En la vida y en el deporte, las personas pasan y las instituciones siguen su camino, El C.A.MILAGRES seguirá defendiendo el ROJO y el AZUL, ojala más pronto que tarde en categorías superiores.
Como en toda despedida, hay que agradecer el esfuerzo, trabajo y cariño desinteresado de todos los que me han acompañado y apoyado. Comenzando por todos y cada uno de los jugadores que vistieron durante este tiempo la camisita Roja, desde el primero hasta el último, porque siempre creyeron en el trabajo y en la palabra EQUIPO por encima de todo.
A todos y cada uno de los directivos, especialmente a mi amigo el “BOLO”, haya donde estés GRACIAS.
“Este club lo cambiaste tu”
A los entrenadores y delegados del club por su esfuerzo incansable. A todos los colaboradores y patrocinadores del club por su ayuda siempre desinteresada. Al Ayuntamiento de Milagro por creer en nosotros.
Gracias a la afición que ha sabido mantener viva la llama del C.A. Milagrés y que allá donde ha jugado su equipo, fuera en partido oficial o amistoso, ha animado sin cesar siendo un gran apoyo.
Por último agradecer a la familia, sobre todo a mi mujer y a mis hijos, su apoyo, comprensión y paciencia. Antes de la despedida, sólo pido a mis jugadores, porque así lo siento, que no desfallezcan en el esfuerzo, que sigan defendiendo la camiseta cada segundo como si fuera el último y que ayuden al club y a la afición a cumplir los objetivos marcados. No tengo la más mínima duda que así será.
Un fuerte abrazo, Diego Ochoa.