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No se si estarán de acuerdo, pero en mi opinión, a estas alturas, se percibe ya cierto hartazgo entre los ciudadanos por la imposibilidad de los políticos para alcanzar pactos que lleven a la estabilidad de nuestro país. Incluso se nos amenaza con unas terceras elecciones, con la falsa esperanza, imagino, que por fin votemos otra cosa que convenga más. Y todo ello se alarga y alarga hasta el infinito y mientras tanto, todos los días, hay que tomar decisiones que nos influyen en nuestro día a día. Se nos intenta convencer, desde determinados partidos, de lo que conviene, sin ni siquiera razonarlo consecuentemente y olvidando que la flexibilidad y capacidad de adaptación a las circunstancias, aunque no sean las que más agraden, son  requisitos imprescindibles en la política y en todo lo demás. Bien sé que la solución a los conflictos no siempre es fácil y a menudo hay que imaginar soluciones e incluso improvisarlas, pero ¿por que no tratar de adaptar estrategias que ya son bien conocidas en otros ámbitos?. En concreto, en el mundo empresarial, es bien conocida la solución win-win (ganar y ganar)  para resolver discrepancias entre las partes. Frente a la negociación que tradicionalmente se utilizaba, basada a veces en la agresividad o la manipulación para lograr ser el ganador, la estrategia win-win se ha comprobado que puede ser mucho más efectiva. Se trata de considerar el problema y todas las partes afectadas, con sus intereses, para encontrar soluciones que beneficien a todas y a todos, en especial y en este caso, a los ciudadanos. Desde luego para aplicarla son básicos algunos requisitos como la ética personal ante los intereses de las partes, comprender los hechos y orientarlos convenientemente en un clima de confianza y  disponer de una mentalidad congruente. Con ella se pueden encontrar  soluciones en las que todos consiguen algo aunque haya que ceder intereses de cierto valor para conseguir otros de mayor calado. Para ello, en vez de confrontar, es necesario estar interesado de verdad en  resolver la situación que se plantea, intentado  establecer una relación respetuosa en todo momento, con el objetivo centrado en resolver el conflicto y encontrar una solución, sin enquistarlo y con una actitud empática. Desde luego hace falta crear un entorno centrado en dar solución a lo que verdaderamente importa, el bienestar común, tener claro lo que se puede lograr, negociar los aspectos que pueden causar futuros conflictos y detectar los intereses que deben formar parte de las soluciones. Desde luego estas técnicas de negociación efectivas requieren cierta dosis de práctica, conocimientos e inteligencia emocional pero a largo plazo se ha demostrado que son la mejor solución a los conflictos. Me pregunto si se lo han planteado algunos políticos, pero estoy seguro que los ciudadanos lo demandan de una u otra forma.