Inicio Tudela Iñaki Ochoa, investigador tudelano: «Nuestro objetivo final es poder curar a personas,...

Iñaki Ochoa, investigador tudelano: «Nuestro objetivo final es poder curar a personas, no enfermedades»

El biólogo Iñaki Ochoa participa en un proyecto para acortar el tiempo y el dinero que cuesta llevar en la actualiudad un medicamento a los pacientes.

El tudelano Iñaki Ochoa Garrido es uno de los investigadores del proyecto ORCHID, una iniciativa que pretende aprovechar la tecnología para acortar los tiempos y reducir la inversión necesaria que en la actualidad supone hacer llegar un medicamento desde su inicio hasta los pacientes.

Tras culminar sus estudios como Biólogo y Bioquímico, Ochoa encaminó sus pasos hacia la investigación al acabar sus tesis en la Universidad de Navarra.Tras un periodo fuera de la ciencia tuvo la ocasión de incorporarse como postdoctorado al grupo de mecánica aplicada y bioingeniería del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón, perteneciente a la Universidad de Zaragoza y trabajar bajo la supervisión del Profesor Manuel Doblaré. Este trabajo supuso su primer contacto con el estudió de las afecciones entorno mecánico  al comportamiento celular. «Nos centramos en tratar de regenerar tejidos en el laboratorio simulando su entorno mecánico. Para que se entienda, tratábamos de generar hueso y cartílago y nosotros simulábamos el peso de las personas para que las células se sintieran “como en casa”, recuerda el científico tudelano.

El resultado de esta experiencia dio lugar a la creación en 2009 de EBERS Medical Technology, a la que un año después se incorporó el doctor Luis Fernández Ledesma, de Tarazona, experto en microtecnologías. «Juntos, y gracias a la complementariedad de nuestros conocimientos, comenzamos a simular el entorno de las células a nivel microscópico con una tecnología que se llama “Organ on Chip”. Esta tecnología usa sistemas de fabricación de chips microfluídicos (trocitos de plástico estructurados) para colocar de manera ordenada las células. Esto nos ha permitido simular mejor el cuerpo humano en el laboratorio y así entender cómo funcionan nuestros tejidos, cómo surgen y evolucionan nuestras enfermedades y nos ayuda a predecir mejor cómo van a funcionan los nuevos fármacos. Hemos tenido la suerte de trabajar en esta tecnología casi desde los comienzos y esto nos ha permitido estar bien posicionados en Europa», señala Ochoa.

Actualmente el plazo medio para que un medicamento llegue al paciente es de 10 a 15 años y cuyos costes superar los 1.000 millones de euros

Este conocimiento ha permitido al grupo de investigadores del que forma parte el biólogo tudelano sumarse a un proyecto europeo que trata de establecer las bases para que la tecnología que han desarrollado se implante en el viejo continente y pueda llegar a la sociedad «acortando así el tiempo y el dinero que cuesta llevar un medicamento a los pacientes que actualmente es de 10 a 15 años y cuyos costes superar los 1.000 millones de euros», resalta.

«Con el proyecto ORCHID vamos a intentar reclutar a muchos investigadores europeos para que en vez de usar modelos animales usen nuestra tecnología y poder así avanzar más rápido hacia nuestro objetivo final, que es generar un “body on chip” con todos los órganos para poder probar los medicamentos en el laboratorio de una manera mucho más eficiente y sobre todo personalizada. Nuestro objetivo final es poder curar a personas, no enfermedades», explica Ochoa.

Como investigador es una satisfacción transformar los conocimientos en crecimiento social y en puestos de trabajo cualificados

Los primeros resultados no se han hecho esperar y ha dado como fruto BEONCHIP, empresa que ya cuenta con 5 investigadores. Ochoa se muestra muy satisfecho de los logros del proyecto y del camino emprendido. «Para nosotros, el proyecto es una plataforma que nos permite estar con los mejores de Europa. Con ellos podremos realizar proyectos más ambiciosos y acortar los plazos para que nuestra tecnología finalmente ayude a salvar vidas. Para nosotros es importante y una satisfacción transformar los conocimientos en crecimiento social y en puestos de trabajo altamente cualificados», concluye.