Bardenas
Celebración del día de Bardenas, uno de los actos más populares que organiza la Comunidad de Bardenas
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La Cámara de Comptos ha fiscalizado las partidas de gastos de atenciones protocolarias, reuniones, viajes e indemnizaciones de la Comunidad de Bardenas Reales tras cuyo análisis considera que alguno de los viajes no responden a una utilización racional que se espera de los recursos pú­blicos. Por otra parte, respecto a los gastos en atenciones protocolarias y representativas, entiende que no siempre queda constancia de que su realización redundara en bene­ficio o utilidad para la Comunidad. No obstante, el órgano de fiscalización de la Comunidad Foral destaca «una reducción relevante -en torno al 30 por ciento- en este conjunto de partidas revisadas» y reseña que las bases de ejecución del presupuesto de 2017 introducen una nueva re­gulación.

Entre 2010 y 2016, la Comunidad de Bardenas gastó en el concepto de atenciones protocolarias y representativas un total de 241.592 euros. El importe más elevado fue en 2011 con 48.964 euros; mientras que en 2016, su cuantía asciende a 25.229 euros, es decir un 48 por ciento inferior al del citado 2011. Prácticamente el 80 por ciento corresponde a gastos en restauración, agui­naldos y alimentación. «Con carácter general, todos los gastos están debidamente aprobados, justifi­cados documentalmente e imputados presupuestariamente. No obstante, no siempre están motivados ni se identifican los beneficiarios o destinatarios de los mismos, especialmente en gastos de restauración», destaca el informe que indica que los beneficiarios de estos gastos han sido miembros de los órganos de la Comunidad de Bardenas, personas de otras entidades para atenciones institucionales, personal de la Comunidad y personal técnico de otras entidades y representantes y vecinos de los pueblos congozantes.

En definitiva, concluye Comptos, «la tendencia observada en la reducción relevante de estos gas­tos de atenciones protocolarias así como esta nueva regulación adoptada, viene a normalizar y acomodar los gastos de esta naturaleza a los principios raciona­lidad y de buena gestión exigibles a todas las administraciones públicas».

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