ANTONIO REMON/MILAGRO
El lunes festivo de las fiestas de Milagro comenzó con el primer encierro matutino a las nueve de la mañana. Puntualmente, el cohete anunciador del encierro explotó y se dio suelta al encierro largo de reses bravas desde el puente con reses de la ganadería de Santos Zapatería de Milagro que hicieron una bonita y limpia carrera para disfrute de los corredores que se dieron cita y seguido suelta de vaquillas por el recorrido de las mañanas.
Finalizado el encierro vespertino, las cuadrillas se reunieron en sus piperos para organizar suculentos almuerzos y reponer fuerzas para asistir a las doce de la mañana a la suelta de vaquillas por el recorrido tradicional y para hacer las rondas habituales por los bares de la localidad.
También sobre las once de la mañana, pero esta vez en el patio escolar, los más pequeños pudieron disfrutar de hinchables que tuvieron su prolongación por la tarde a partir de las cinco de la tarde.
Finalizadas las vaquillas, encierro chiqui para los más pequeños y comienzo de los guisos del XIV Concurso de Ajoarriero de fiestas de Milagro.
Sobre la una del medio día aproximadamente, se dieron cita en la Avenida Navarra los 19 participantes de esta edición (1 menos que el año anterior) que comenzaron a ubicarse y a preparar los guisos. Los participantes tuvieron que inscribirse previamente en el Ayuntamiento y se les concedió un vale de 50 euros para la compra del material necesario para su elaboración, totalmente libre de ingredientes, entre los que no faltaban el bacalao, cebollas, ajos, pimientos, tomate y otros con gambas. Mientras se cocinaba en el lugar previsto, se fueron haciendo efectivos el importe de esos vales entregados.
Además, los participantes contaban con mesas y resguardo para el guiso proporcionado por el ayuntamiento ribero, por lo que las cuadrillas únicamente aportaban el butano y los ingredientes para su elaboración.
Posteriormente el jurado compuesto por Pedro Cervera, Mariano Usón y Pedro Caballero procedieron a valorar los guisos. Tras una complicada y difícil decisión decidieron otorgar el primer premio a la cuadrilla de Miguel Lasa, el segundo premio al guiso de Antonio Remón y el tercero a la cuadrilla el Refugio. Para los tres primeros hubo trofeo y ristras de ajos, y para todos los participantes se repartió pan y delantales, acto seguido se procedió a dar buena cuenta de los guisos.
La fiesta continuó a partir de las seis y media de la tarde con la suelta de reses bravas en la calle por el recorrido de las tardes y la primera capea de las fiestas en la plaza a cargo de los quintos nacidos en 1999. Al termino de las vacas la tradicional y multitudinaria bajadica desde la plaza con la charanga de Milagro y la quema de un nuevo toro de fuego para los más pequeños.
Por otra parte, el pasado domingo a la noche se personaron en el lugar de la verbena una txaranga improvisada integrada por jóvenes de Milagro que arrastraba una gran multitud de seguidores bailando con ellos y dando un colorido especial a la noche.