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Gabriel Henar impregna pasión y sentimientos por los cuatro costados tanto hablando de fútbol como de cualquier otro tema. No le gustan las medias tintas y hablar claro es su mejor defensa, quizá por aquello de que esa es la posición que ocupa en el campo, sin renunciar al ataque en ningún momento, pero con inteligencia. La próxima temporada temporada jugará en el C.D. Ribaforada, de Primera Regional, tras su paso por el C.D. Buñuel, C.D. Cortes y C.D. Mallén, entre otros equipos.
¿Que ha pesado más a la hora de elegir al Ribaforada?
Este año quería tomármelo de otra manera, competir siempre, pero disfrutar de otra manera. Además me han hablado muy bien del club y del vestuario.
Habrá quien piense que das unos cuantos pasos atrás, ¿Que tienes que decir?
Que cuando haces lo que quieres nunca das un paso atrás. Ademas me han dicho que el club quiere ascender y se nota que quieren hacer las cosas bien.
¿Cómo ha evolucionado tu filosofía del fútbol?
Soy un jugador que juega más por pasión que por otra cosa y, en ese sentido, no ha cambiado nada. Antes lo veía como algo base en mi vida y ahora es algo complementario.
¿Que vas a aportar al Ribaforada?
Sobre todo sacrificio y esfuerzo, ademas todo el buen ambiente que para mi modo de ver es principal para conseguir objetivos.
¿Y que esperas de esta experiencia?
Sobre todo disfrutar y volver a encontrar esa alegría que me daba el fútbol tres o cuatro años antes.
¿Que impresión te ha causado Santi González el entrenador?
No lo conocía pero, sobre todo, ha sido directo y me ha concretado siempre todo. No ha intentado venderme la moto y eso a día de hoy hay que valorarlo.
Atrás dejas tus etapas en Buñuel, Cortes y Mallen, ¿Que ha sido lo mejor y lo peor de estas experiencias?
Lo mejor la gente que he dejado en todos lados sobre todo en Buñuel donde dejo gente muy importante para mi por la cual me costó decidirme salir. Aitor, Jaime, Sergio o Aner. En Cortes es ahora mi pueblo, mi casa imagínate si estoy a gusto.
Y lo peor sin duda es perder a un amigo, una persona espectacular como Fran Chueca, fue un golpe muy duro y del cual todavía no lo tengo superado.
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