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El acuerdo previsto entre la Mancomunidad de la Ribera y el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa sigue sin cerrarse ante la ausencia de una solución para dar salida al resto de la basura que quede sin valorización tras el tratamiento al que se verán sometidos en el vertedero del Culebrete.
Las 75.000 toneladas procedentes de Gipuzkoa se someterían a un proceso de cribado que permitirá recuperar y valorizar algunos materiales pero el resto, una cifra que según el gestor de residuos guipuzcoano puede alcanzar las 65.000 toneladas, deben depositarse en un vertedero y el Culebrete no tiene capacidad para ello.
Como recogía el Diario Vasco el pasado 16 de febrero el destino de esa cantidad de residuos es el escollo que mantiene paralizado el acuerdo. La solución natural pasaba por trasladar ese resto al vertedero de Arnedo, pero el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Arnedo se han opuesto a este trasvase, lo que habría llevado a buscar alternativas en la vecina provincia de Zaragoza.
En este contexto la Mancomunidad de la Ribera abordó el pasado lunes su asamblea anual sin contemplar un debate sobre el posible acuerdo con Gipuzkoa pese a las peticiones que han defendido la Plataforma Vecinal por una Ribera Sostenible y en el propio seno de la asamblea el concejal tudelano de la CUP, Gustavo Gil Pérez-Nievas. Ante esta postura la presidencia de la Mancomunidad defiende que este tipo de acuerdos de colaboración entre adminsitraciones se adoptan en la permanente.
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