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El Ayuntamiento de Tudela ha presentado un documento de alegaciones ante la Confederación Hidrográfica del Ebro para expresar su oposición al proyecto promovido por NILSA (Navarra de Infraestructuras Locales, S.A.) para la construcción de una Planta Centralizada de Tratamiento de Fangos junto a la actual Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Tudela.

La planta, alerta el documento planteado ante la CHE, prevé el desarrollo de tres digestores para la producción de biogás y biometano y permitiría tratar no solo los lodos generados en Tudela, sino también los procedentes de otras depuradoras del sur de Navarra. Esto, como ha venido reiterando el alcalde de Tudela desde que se conoció el proyecto, implicaría la llegada de residuos por carretera con un elevado impacto ambiental, técnico y urbano.

En su escrito, el ayuntamiento de Tudela concluye que el proyecto actual no responde a una necesidad local, incumple múltiples normativas y pone en riesgo el medioambiente y la salud pública, por lo que solicita a la Confederación Hidrográfica del Ebro que archive el expediente y deniegue la autorización solicitada por NILSA.

El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, estima que el escrito presentado por el ayuntamiento «es claro y bien fundamentado en la ley» y que no se entendería otra cosa que la denegación de la ampliación de lo que considera «un disparate». «Visto el informe supone un peligro real y una amenaza para Tudela, ante los cuales no nos vamos a quedar cruzados de brazos» y ya ha anunciado que ha solicitado una reunión al presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Interrogantes

El ayuntamiento argumenta falta de transparencia sobre el origen de los lodos externos que se tratarían y, señala que, en caso de actividades industriales, requeriría una autorización ambiental integrada (AAI) y no la evaluación simplificada que se está aplicando al proceso.

También considera que la tramitación ambiental es insuficiente, al no haber sido sometido el proyecto a una evaluación de impacto ambiental ordinaria, tal y como exigen las normativas por el tipo de actividad y los riesgos asociados.

Riesgos medioambientales y de seguridad

El el documento que se ha presentado ante la CHE, el ayuntamiento de Tudela advierte sobre los riesgos potenciales la infraestructura por la emisión de gases peligrosos como metano e hidrógeno sulfurado, con riesgo de explosión; la contaminación del suelo, del aire y del agua, especialmente en caso de fugas o accidentes; el incremento del tráfico de camiones, ruidos y lores y consumo energético elevado; y reitera que es una ubicación inadecuada a solo 800 metros del casco urbano de Tudela y a 50 metros del río Ebro, en una zona inundable y protegida (ZEC).

Incompatibilidad con el suelo agrícola

El ayuntamiento de Tudela recuerda que la planta se pretende ubicar en suelo no urbanizable y de alta productividad agrícola, en contra del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Tudela y la legislación autonómica. Además, la actividad propuesta supera el 3% de ocupación permitido en este tipo de suelo, lo que hace legalmente inviable su construcción.

El Ayuntamiento también pone el foco en la falta de planificación sobre el destino final de los lodos como fertilizante en agricultura. Sobre este propósito, las alegaciones también incorporan opiniones que desaconsejan el uso de este tipo de fertilizantes en cultivos hortícolas de consumo en crudo y considera que aumentará la carga de nitratos en el suelo y en las aguas subterráneas en una zona vulnerable a este tipo de contaminación.

Incumplimientos normativos

Otra consideración que aporta en sus alegaciones el ayuntamiento de la capital ribera es que el proyecto incumple el Plan Director del Ciclo Integral del Agua 2019-2030, que contemplaba una planta de secado solar como solución prioritaria, y no una planta de biogás.