Pedro Almodóvar ya tiene el ansiado León de Oro de Venecia, al igual que Luis Buñuel que lo logró con Belle de Jour en 1967. El director de Madres Paralelas dirige su primer film en inglés, para narrar la historia de una escritora de éxito, y una reportera de guerra, a la que han diagnosticado un cáncer de cérvix, hecho que volverá a unirlas. El film lo protagonizan: Tilda Swinton, Juliane Moore, John Turturro, Vicky Luengo.
A Martha (Tilda Swinton), reportera de guerra le han diagnosticado un cáncer y le proponen un tratamiento para frenarlo. Por otro lado, Ingrid (Julianne Moore,) escritora de éxito, se entera en una firma de libros de la enfermedad de su amiga, y decide ir a verla al hospital. Al encontrarse, Ingrid con su amiga, y enterarse que el tratamiento no ha tenido éxito, decide acompañarla hasta su final.
La historia mediante flash back, nos presenta a Martha de joven y fruto de su relación con un ex combatiente de Vietnam nace su hija. Sin embargo, Martha rompió el contacto con ella, y sin su hija, tomará una decisión dramática. Ingrid aunque desconcertada, afronta acompañar a su amiga en su demoledora decisión.
Almodóvar contrapone las actitudes de estas dos mujeres ante la muerte, a base de planos- contraplanos, y componiendo los espacios con una estética cuidadísima (referencias a la pintura de Hopper, al pasaje final de Los muertos de Joyce, etc.). Las secuencias más emotivas se producen en la casa en el campo y donde se desarrollan los dos niveles emocionales de estas amigas. En esta parte, el director manchego realiza una encendida defensa del derecho a la eutanasia. Sin embargo, el discurso sobre ecología, la guerra, que pone en boca del personaje de Turturro, chirria por todos lados y desenfoca el drama. Si a esto añadimos un final alargado, la sensación que nos deja el film es insatisfactoria, no acaba de emocionarnos, y algunos momentos parecen impostados.
Tilda Swinton y Juliane Moore realizan una interpretación soberbia, a través de sus gestos y miradas. El resto de personajes: John Turturro, Juan Diego Botto, Vicky Luengo son puro relleno.
Una película que relata la tragedia de poner punto final a la vida, donde importa más el abrazo y el cuidado que la cura, pero que adolece de ahondar en el sentido de la muerte, de un modo más existencial, más vital.