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En 2020 llegó a nuestras vidas el COVID, un virus, una pandemia que tuvo una gran repercusión en la salud mental del alumnado adolescente, con síntomas como el aumento de la ansiedad y la depresión, con las consecuencias personales y sociales que esto conlleva.

Sin llegar a estos extremos, está científicamente demostrado que la atención a la educación emocional mejora considerablemente la calidad de vida del alumnado y su rendimiento académico. Y es que cuando las personas son capaces de identificar y gestionar sus propias emociones, tienen más facilidad para relacionarse con sus iguales, con sus familias y con los equipos docentes: la convivencia se vuelve más fluida y consistente. Cuando el alumnado se da cuenta de que compartiendo sentimientos y vivencias su vida mejora, la resistencia al cambio es cada vez menor y los resultados, cada vez mejores.

Dadas las dimensiones del instituto Valle del Ebro y su heterogeneidad, reflejo de la sociedad ribera en la que se imbrica, hace ya varios cursos escolares, su directiva consideró necesario y valioso contar con el Programa Laguntza (ayuda) subtitulado ”Viaje emocional a mi cosmos vital”. Los ejercicios y reflexiones en torno a este programa unen a la comunidad educativa desde el ámbito de lo emocional, se trata de emplear un lenguaje común con el que relacionarse de manera asertiva y respetuosa y unos materiales y actividades con los que poder materializar esa visión respetuosa de la educación: compartir y superar las inquietudes, miedos y dificultades, tanto del alumnado como del profesorado.

¿Cómo se ha implantado el Programa Laguntza?

Primeramente, se creó un “equipo motor”, formado por la directora, Alicia Marín, la responsable de Convivencia, Ana Marco, y la coordinadora del programa, Patricia Fernández. Este grupo recibió una formación para establecer el programa. Después, el claustro del instituto realizó una primera formación durante el curso 22-23 y en el curso actual, 23-24, una parte del mismo continúa formándose y se realizan las actividades apropiadas en el aula, especialmente en las sesiones de Tutoría de las secciones de 1º de la ESO, el curso del “cambio”, de la entrada al centro y a la educación secundaria, que hay que “mimar” especialmente.

¿Quiénes están trabajando Laguntza en el aula?

Este es el primer año de implantación, y se ha comenzado, como decimos, en las tutorías de 1º de ESO, pero además hay otros grupos que puntualmente están participando en las dinámicas de Laguntza, agrupaciones de 2º ESO y de otros cursos en los que el departamento de Filosofía realiza algunas de sus actividades. Además, todo el equipo de tutores tiene a su alcance una variada parrilla de dinámicas y documentación al respecto.

¿Qué tipo de actividades se realizan?

Son actividades con la temática del bienestar emocional. Se utiliza, además, el cuaderno Laguntza para escribir en él reflexiones personales acerca del desarrollo y aprendizaje de cada actividad.

Por otra parte, el enfoque siempre va de menos a más, de lo pequeño a lo amplio, del individuo a la colectividad: se comienza con unas actividades encaminadas a que el alumnado aprenda a conocer sus propias emociones, que son el motor de nuestro comportamiento. En la segunda evaluación, se está trabajando la emoción con respecto a la clase o su círculo de amistades cercano, tratando temas como las decisiones o la empatía. Y por último, se explorará el ámbito familiar y social en el último bloque del curso, durante el tercer trimestre.

Todo esto con el respeto como base de toda tarea o acción, porque este es el fin último del programa, aprender a respetarse a sí mismo para ser capaces de respetar a las demás personas, tanto en el instituto como en casa o en la sociedad que habitamos y, como consecuencia de este respeto, ser más felices.