AFAN Tudela, la Asociación de familiares de personas afectadas de Alzheimer y otras demencias de Navarra, ha lanzado un llamamiento a la ciudadanía ribera para buscar personas voluntarias que quieran “acompañar y ayudar” a personas con estas patologías y “ofrecer un respiro al familiar que le cuida y se enfrenta de forma habitual a situaciones de estrés y agotamiento”.
Ana Remírez de Ganuza, psicóloga sanitaria de AFAN en Tudela, ha recordado que el Alzheimer es el tipo de demencia más común y que, en el 94% de los casos, el cuidado los soportan las familias, provocando en muchos casos sentimientos de agotamiento, soledad y sobrecarga. Además, ha apuntado, se trata de una enfermedad con una incidencia creciente y que empieza a diagnosticarse a personas cada vez más jóvenes. «En AFAN creemos que como sociedad debemos comenzar a desestigmatizar la enfermedad y colaborar», ha dicho.
AFAN puso en marcha este proyecto en la Ribera en 2019. Sin embargo, la pandemia obligó a detener la iniciativa y es ahora cuando la entidad trata de relanzar su proyecto de voluntariado. «Es un servicio que ofrece un enorme respiro al cuidador, y siempre un cuidador bien cuidado va a poder atender y cuidar al enfermo en un proceso que suele ser muy largo», ha recordado Remírez de Ganuza.
El 94% de las personas con Alzheimer son cuidadas por sus familiares, enfrentándose a situaciones de estrés, sobrecarga y agotamiento
Los voluntarios regalan unas horas para que el cuidador se tome un respiro
En la mayoría de los casos, reconocen desde la asociación que lleva 34 años ofreciendo una atención integral a las familias con familiares con demencia, el cuidador deja de hacer su propia vida para volcarse en la atención a la persona afectada. Gracias a los voluntarios, resalta la psicóloga, «regalan unas horas de su tiempo para que otra persona, el familiar que le cuida, pueda tomarse esas mismas horas de respiro”. Un apoyo, añade, que “no sólo mejora su propio autocuidado y libera parte de ese estrés, sino que revierte de forma positiva en la atención que presta a la persona afectada”.
Por ello, desde AFAN se ha hecho un llamamiento a todas aquellas personas que quieran sumarse al equipo de voluntariado de Tudela para que más familias puedan beneficiarse de su acompañamiento, «una labor que de ninguna forma sustituye el trabajo de la persona cuidadora, sino que lo complementa».
También ha aprovechado para animar a las familias con personas con demencia a su carga a dar el paso «y solicitar apoyo para contar con una persona voluntaria, no solo por sí mismas, sino sobre todo por la propia persona afectada».
Las personas interesadas pueden contactar con la asociación en el teléfono 948 41 02 99 o el WhatsApp 673 58 58 62 siendo como únicos requisitos ser mayor de edad y, tener “ganas de aportar y ayudar a estas familias”, ya que desde la asociación se les va a ofrece la formación básica necesaria.
Ampliación de los horarios de atención
La responsable de AFAN en Tudela también ha anunciado la ampliación del horario de atención para mejorar el servicio que presta a las familias, atendiendo de lunes a jueves de 9,00 a 17,00h. y los viernes de 9,00 a 14,00h .en la sede del Paseo Quedes de Tudela.
Marta Simón: «Es una experiencia que te ayuda a crecer como persona»
Marta Simón es una de las voluntarias de AFAN en Tudela y no ha dudado en dar a conocer su propia experiencia para animar a otras personas a dar el paso y sumarse el grupo de voluntarios de AFAN Tudela.
Ella misma, reconoce que se sumó al proyecto respondiendo a uno de los llamamientos de la asociación para buscar voluntarios. «Tenía tiempo y ganas de hacer algo. He sido familiar y cocuidadora, y conocía las necesidades que puede tener un familiar con una persona a su cargo».
En este tiempo, asegura, ha recibido una formación que valora como muy buena e interesante para realizar una labor de acompañamiento que complace al afectado como hace el cuidador principal pero sin sustituir esta labor, con el propósito de ofrecer un momento de desahogo a la familia ofreciendo dos horas a la semana que, parecen poco tiempo, pero que para el cuidador lo es todo.
Con este propósito, relata, «Me lance al voluntariado y al encuentro con una familia desconocida pero puedo asegurar que la experiencia es muy gratificante. El esfuerzo que realizas se devuelve multiplicado por 10, a veces incluso abruma, pero sobre todo es lo contenta que estoy. Es algo que me ha ayudado a crecer como persona».