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Nilsa ha abogado por la cooperación y el entendimiento con el ayuntamiento de Tudela para llevar adelante la segunda fase del proyecto de remodelación y adaptación de la depuradora situada en el término de Moskera, donde pretende cerrar el ciclo de gestión del agua generando abono al tratar os lodos que se producen en el proceso de tratamiento del agua antes de devolverla al río Ebro.
El director gerente de la empresa pública, Fernando Mendoza, y el responsable de la planta y del departamento de I-D-i de la entidad, Jairo Gómez, han puntualizado las cifras asociadas a este proyecto y que en un primer momento han provocado la oposición frontal al mismo del alcalde de Tudela, Alejandro Toquero.
Las cifras de la depuradora de Tudela
La planta depuradora de Nilsa en Tudela trata en la actualidad los lodos procedentes de las depuradoras de Cortes, Cintruénigo, Corella, Fitero, Monteagudo, Lodosa, Sartaguda, Mendavia y los fangos propios de Tudela (que suponen 34.000 toneladas) que representan un total de 75.775 toneladas al año. Con la ampliación, ha apuntado Gómez, esta cifra se incrementaría en un 16,5% hasta alcanzar las 92.113 toneladas, ya que las nuevas instalaciones acogerían los lodos de Bajo Ega (San Adrián), Bajo Ebro (Ribaforada, Cabanillas, Fustiñana y Buñuel), Estella, Tafalla, Valtierra, Arguedas y Funes.
Con la puesta en marcha del proyecto Navarra gestionará el 100% de los fangos que se producen en sus plantas depuradoras, el 60% de ellos en la Planta de Arazuri en la Comarca de Pamplona, y el 40% restante en Tudela, donde ya se tratan el 23,5% de los residuos.
La propuesta, ha resaltado Gómez, permitiría una gestión 100% pública de estos residuos, su aprovechamiento energético cubriendo el 100% de las altísimas necesidades energéticas que conllevan los procesos de depuración y, por las características del proyecto que se plantea en Tudela, un sumidero de los gases que producen el efecto invernadero.
Producción energética
En este sentido la producción energética producida en la Comarca de Pamplona es de 19,6 GWh/año y la generación prevista en Tudela es de 11,8 GWh/año. Si a esto se añade la producción de las placas fotovoltaicas del programa solar de NILSA, suponen el 93% de la energía que consumen todas las instalaciones de Navarra, lo que, unido a la compra de un 7% de energía verde, equivaldría a la neutralidad energética del sistema, tal y como solicita la Unión Europea.
Además, el resultado final de todo este proceso será la generación de un compost (abono) del que se beneficiarán directamente los agricultores de la zona y que permitirán abonar con un producto de altísima calidad rico en nitrógeno y fósforo alrededor de 2.000 hectáreas de cultivo.
Baile de cifras
Los responsables de Nilsa han asumido parte de su responsabilidad en los datos que ofreció del proyecto el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero. «Ha sido un error simple. Actualmente Tudela trata 207 toneladas al día y con la planta hecha trataremos 252 toneladas al día, ese es el aumento». El baile de cifras, explica el responsable de la planta de Tudela está, en la comparativa de capacidades y no en la del tratamiento real. «El proyecto de Tudela apuesta por una tecnología diseñada para ciudades muy grandes con una población como Paris o Madrid, y hemos tenido que redimensionar el proyecto a una capacidad mínima que nos permitiría tratar 465.000 toneladas al año frente a las 252.000 tn. actuales».
Camiones
El otro argumento comparativo que ha defendido Toquero, la cifra de camiones que llevarían a la planta de Tudela, que dijo pasarían de 8 a 14 al día, también tiene su explicación en otro error de cálculo por las prisas con las que se trató de responder a las dudas que planteó el proyecto. «Es cierto que se dio esa información. Pidieron datos y se hizo el cálculo al momento, donde se incluyeron las 35.000 toneladas de Tudela que en realidad ya las tenemos y no vienen en camión». De este modo, aseguran, la cifra de camiones que entran en la planta pasará de unos 6 a 9 al día (32 a 45 a la semana).
Ubicación
El último punto de fricción entre la propuesta de Nilsa y el ayuntamiento es la ubicación, una cuestión en la que el gerente de la sociedad pública, Fernando Mendoza, ha reconocido que apenas hay margen de maniobra. «La ubicación es algo a lo que estamos prácticamente obligados ya solo por lo que supondría llevarnos de aquí lo que ya producimos. Consideramos que esta parte del proceso debe de estar unida a los dos principales plantas de Navarra, como ya ocurre en Arazuri». Además, ha apuntado Gómez, en este propio proceso se recogen aguas que deben de ser tratadas por lo que no tendría sentido alejarlas de la depuradora.
Un proyecto de I+D+i
Gómez ha explicado que la apuesta que la Planta Depuradora de Tudela hace por este proyecto no es ninguna improvisación, «es el resultado de una estrategia de tratamiento de materia orgánica de acuerdo a estudios de l+D+¡ elaborados junto a centros como CEU, CENER, CEDEX, sociedades públicas como INTIA, o universidades como la UPNA, la de Zaragoza, la de Navarra o la de Barcelona, avalados todos por la Asociación Española de Abastecimientos y Saneamiento».
Los responsables de Nilsa confían en que la cooperación permitirá superar los obstáculos iniciales con los que se ha encontrado el proyecto y que si todo va según lo esperado podrá adjudicarse en abril.
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