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Marcus roba la Navidad

Cuentos de Navidad del colegio Griseras

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Hola me llamo Marcus y tengo trece años. Me llaman el rarito del colegio porque odio la Navidad. Yo en realidad adoro Halloween.
Este Halloween me he disfrazado de la pulga y del señor de la muerte.
Soy muy listo y misterioso.
Puf,va llegando la Navidad y estoy planeando un plan para raptar a Papá Noel, el Olentzero y a los Reyes Magos
Primero fingiré que estoy dormido.
Aunque mi prima se encontró a Papá Noel, bueno eso no importa. Luego, cuando oiga pasos, iré a la trampa número 1 en la chimenea porque seguro que le podré lanzar un cohete de confeti.
Cuando se haya tragado todas las trampas, esperaré en el árbol de Navidad con un barril lleno de agua.
Cuando llegue a intentar dejar los regalos en el árbol, lo meteré en un saco gigante y así todo el mundo se quedará sin Navidad.
JA JA JA JA¡¡¡
Pasó un rato y todo el mundo se estaba poniendo tan triste, que me dio mucha pena, así que liberé a Papá Noel, me dio un abrazo cuando salió del saco y entonces pudo llevar regalos a todos los niños.
Colorín colorado la Navidad ha terminado]¡¡
P.D.: También me ha empezado a gustar la Navidad.

Regalos

Una vez en un pueblo de duendes había una duende muy traviesa y graciosa, se llamaba Tarpi. Unas navidades, desaparecieron los regalos de Tarpi.
Tarpi, se enfado mucho y decidió investigar que había ocurrido con sus regalos.
¡¡¡Ya esta, ya los tengo!!! Era el ladrón de regalos. Intenté correr detrás de él, pero era mucho mas rápido y no lo alcancé.
Lo seguí y averigüé donde los tenía escondidos.
Llame a la policía y les conté lo ocurrido Arrestaron al ladrón de regalos y depositamos todos los regalos robados en el árbol de la plaza. Tarpi estaba muy contenta y feliz por encontrar todos los regalos.
Colorín, colorado este cuento se ha acabado.

Turrón de chocolate

Os voy a contar una historia que me ocurrió cuando yo tenía seis años.
En frente de mi casa vive un niño que se llama Juan, su casa es grande y muy bonita y tiene una gran piscina.
Cuando miraba por mi ventana le veía en su habitación con un montón de juguetes, pero él nunca sonreía. Viaja mucho con su papa y su mama, así que a veces estoy mucho tiempo sin verle,
nunca he visto celebrar su cumpleaños con amigos.
Recuerdo que unas Navidades ¡e regalaron una bicicleta muy chula, era verde , tenía unas ruedas muy grandes y un manillar brillante, pero Juan seguía sin sonreír
A veces venía al parque con la señora que cuida de él, pero nunca jugaba y tampoco sonreía.
Yo intentaba acercarme para jugar pero él siempre echaba a correr.
Llegó la Navidad y el día de Noche Buena por la tarde, fui al parque a jugar con mis amigas, Juan también estaba, me acerqué y justo cuando él iba a echar a correr yo le pregunté;
¿te gusta el turrón de chocolate?
Él se paró, se giró hacia mí y con una gran sonrisa me dijo; jSiiiiii mucho!
Yo le di un trozo de mi turrón de chocolate y estuvimos jugando juntos toda ia tarde.
Desde ese día, Juan juega con nosotras siempre que viene ai parque , se ríe mucho, y todas las Navidades, en el día de Noche Buena , Juan me regala una tableta de TURRÓN DE CHOCOLATE.

Los reinos perdidos

Érase una vez una nevosa noche ¡ Esa noche era Navidad! Papá Noel iba a repartir los regalos con sus renos.
Estaba muy emocionado, pero… De repente, los renos desaparecieron. Uffr qué había pasado, estaba desesperado, quedaban muchas horas de viaje y los renos no aparecían, ¡se estaba perdiendo! Llamó a los elfos y… Tampoco aparecían. ¿Qué voy a hacer?, se preguntaba Papá Noel.
Al parecer, los renos y los elfos le estaban preparando una fiesta de cumpleaños y se habían escondido.
Qué alegría se llevó. Esa noche lo pasaron muy bien. Y al día siguiente tocaba el reparto de juguetes. Todo salió fenomenal. Gracias, Papá Noel .
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

La Navidad loca

Hace tiempo , en Tudela (Navarra) vivía una niña, llamada Angela.
Toda su familia y ella pasaban la Navidad en Vitoria, una bonita ciudad del País Vasco. La noche de Papa Noel, y Olentzero y Reyes, se extrañó mucho, mucho por lo colorido y preciosas que eran las carrozas.
Esa noche esperaba la llegada de los Reyes , y estaba tan nerviosa que no se podía dormir. Los vió llegar y se hice la dormida.
Estaba tan feliz, que pegó un grito, y despertó a toda la familia, padres, abuelos tíos, primos etc.
Prepararon una cena para ELLOS con turrones y pastas, y siguieron su camino repartiendo ilusiones.
¡Gracias por todo! Y se marcharon, dejando un rosco mágico, que nunca se terminaba. Esta Navidad sí que estaba loca.
Como os decía, se lo estaba pasando super bien, hasta que se acabó la Navidad, y llegó la siguiente Navidad. Ángela, conoció a Papa Noel. Él estaba triste, los niños-as querían Tablet, móviles y ¡¡¡ una novia!!!
Esto era una locura, ¿qué estaba pasando? Y…. Pensó, ya se lo que voy a hacer, los voy a hacer de juguete.
Pero, esto a los niños no les gustó, Papa Noel se los volvió a cambiar, pero… Esta vez se los hizo de madera.
De repente, se encendió la luz y Angela despertó ¡todo había sido un sueño!
Colorín colorado este cuento se ha acabado.