El sociólogo y filósofo alemán Herbert Marcuse, en su libro ‘El hombre Unidimensional (1.964)’, explica que “la función básica de los medios es desarrollar seudo-necesidades de bienes y servicios fabricados por las corporaciones gigantes, atando a los individuos al carro del consumo y la pasividad política”, de lo que sería paradigma la bacanal consumista del Black Friday.
Así, el establishment de las sociedades occidentales utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas.
Sin embargo, estaría ya surgiendo un nuevo individuo reafirmado en una sólida conciencia crítica, sustentado en valores presentes en nuestro código atávico como la solidaridad, el esfuerzo personal, la economía circular y el crecimiento sostenible y que terminará por diluir el opiáceo inhibidor de la conciencia crítica (consumismo compulsivo).
Germán Gorraiz López