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Una vorteta en el crizal, por Pedro J. Soto

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Probablemente hay tantos lenguajes como personas o regiones, si tenemos en cuenta esta facultad del ser humano de expresarse y comunicarse con los demás a través del sonido articulado o de otros sistemas de signos, de ahí la ventaja o conveniencia de conocer cuantos más mejor y evitar que el interlocutor no te entienda. Eso es lo que le ocurrió a la médico de urgencias, recién estrenada su profesión, en su segunda guardia en el hospital. Acudió un octogenario de Ablitas, rozando ya la noventena trasladado por la ambulancia al haber sufrido un percance en su domicilio y que presentaba diversos hematomas. A fin de saber el cómo se había producido dichos hematomas, la joven médica, originaria del Baztán y formada en Madrid, le pregunta al casi nonagenario quien responde… mi dau una vorteta en el crizal de mi casa y llevo carne movida por todo el cuerpo…, la joven médico sin comprender ni una sola de las palabras pronunciadas tan solo acertó a acudir a la pequeña sala de control del hospital y desear que el buscador del ordenador le diese la respuesta. Ante la negativa del mismo y al observar un celador, que se hallaba en la cabina del control la incomodidad y cierto nerviosismo de la médico del Baztán, se ofreció a modo de intérprete y vino a traducir las palabras pronunciadas por el paciente. Todo lo que le ha ocurrido al ablitero octogenario es… que ha sufrido una caída en el portal de su casa que le ha producido todos los hematomas que presenta.

Después de comprender los hechos, no sin antes unas cuantas carcajadas en el control por todo el personal sanitario, se dijo para sí… y después de mis seis años de carrera universitaria, luego de la especialidad otros tres años y de superar una oposición a OSASUNBIDEA nadie me había enseñado el significado de vorteta, crizal y carne movida.

Pedro J. Soto Santos