La reedición del Gobierno Progresista de María Chivite, integrado por PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin y con el apoyo externo de EH Bildu, sería una utopía factible que podría fracasar debido al acuerdo tácito UPN- PSN.
La premisa de Chivite se basaría en la creencia de que el resto de partidos progresistas apoyarán al PSN para evitar el Gobierno navarrista de UPN. Sin embargo, dicho axioma que un principio pareciera lógico y aplastante, se habría demostrado inestable al estar supeditado a los dictados de Ferraz.
Así, las órdenes recibidas de Santos Cerdán obligarán a Chivite a renunciar a todo atisbo de dependencia política con Bildu, (sea en forma de apoyo expreso o abstención activa), con el objetivo confeso de poder presentarse el PSOE en la próxima campaña electoral de Julio libre de todo tipo de atadura política con Bildu. Dicha política tendría como efecto electoral la marginación de Bildu tanto en el Parlamento como en Ayuntamientos y Concejos y tendrá su escenificación en la ceremonia de elección del Alcalde de Pamplona.
Así, dicha Alcaldía permanecerá en manos del partido navarrista UPN al votarse a sí mismo la candidata del PSN, Elma Saiz e imposibilitar la construcción de una candidatura progresista de consenso entre las fuerzas de la oposición, con lo que el candidato de Bildu, Joseba Asirón quedará una vez más relegado a la oposición.
¿Repetición de Elecciones?
En esta coyuntura, EH Bildu podría revisar su estrategia e incorporar a su bagaje político la llamada inteligencia maquiavélica, que se distingue por una «extraordinaria capacidad para encontrar las debilidades ajenas y utilizarlas en beneficio propio». Así, Bildu podría replantearse su apoyo externo a Chivite y sopesar la conveniencia de forzar una repetición de Elecciones al Parlamento foral en otoño con el objetivo confeso de fagocitar votantes de Podemos y Geroa Bai y convertirse en la primera fuerza de la oposición.
Caso de procederse a la repetición de Elecciones, asistiríamos a la irrupción de EH Bildu como segunda fuerza de la Comunidad foral que aspirará a presidir el Gobierno de Navarra, no siendo descartable la posterior escenificación de la Teoría del Quesito sanziano entre Esparza y Chivite que tendrá como efecto colateral la división de la Cámara foral en dos bloques antagónicos e irreconciliables, tras ser dinamitados todos los puentes de unión entre ambos bandos.
¿Acuerdo tácito UPN-PSN?
La reunión celebrada en Madrid entre Javier Esparza y Santos Cerdán, habría sentado las bases para una futura colaboración entre UPN y el PSN en el escenario post electoral. Dicho acuerdo abarcaría tanto el ámbito municipal como el de la Cámara foral y contaría con la autovotación del PSN a sus candidatos en aquellos ayuntamientos en los que UPN sea la lista más votada , lo cual conllevará que la derecha navarrista vuelva a copar las alcaldías de las principales urbes navarras (Pamplona, Tudela, Barañain y Burlada).
Dicho acuerdo incluiría asimismo la formación de un Gobierno de coalición UPN-PSN, con Javier Esparza de Presidente y María Chivite de vicepresidente así como la concesión al PSN de 3 consejerías con el objetivo confeso de descabalgar tanto a Geroa Bai como a Bildu de las esferas de poder en Navarra (Teoría del Quesito 2.0). Igualmente, UPN apoyaría con sus diputados a Pedro Sánchez en el Congreso de Madrid en el supuesto de conformación de un nuevo Gobierno del PSOE tras las elecciones generales de Julio.
El hipotético Gobierno de coalición UPN-PSN procederá a la revitalización de las obras del TAV y del Canal de Navarra, a la aprobación de una nueva Ley del Euskera similar en sus términos restrictivos a la vigente en los Gobiernos de Sanz y Barcina así como a la concesión de la Carta de Capitalidad a Pamplona y Tudela, instaurando de facto un Poder bicéfalo, con lo que se escenificaría la Teoría del Quesito sanziano consistente en implementar un Gobierno navarrista UPN-PSN y condenar al ostracismo a Geroa Bai y EH Bildu.
Germán Gorraiz Lopez-Analista