Ni el Oráculo de Delfos, ni el propio Gandalf, hubieran imaginado que la película A todo gas (Rob Cohen) del 2001, se prolongaría durante más de dos décadas, metiendo en la coctelera tres elementos: coches velocísimos, conductores desatados y familias reunidas en torno a una barbacoa. En esta ocasión, el director Louis Terrier (Transporter), echa más gasolina a la saga, y relata como Dom que vive con su mujer e hijo debe acudir a Roma para ayudar a sus amigos, ya que un enemigo del pasado ha vuelto para vengarse de todos ellos. En el film aparte de los habituales Vin Diesel, Michelle Rodríguez, Jason Statham, incorpora a: Brie Larson, Jason Momoa, John Cena.
Dom Toretto (Vin Diesel) vive tranquilamente con Letty (Michelle Rodríguez), y su hijo Brian. Mientras, sus colegas Megan (Nathalie Emmanuel), Roman (Tyrese Gibson), y Tej (Ludacris) están planeando acudir a Roma, porque la Agencia de Inteligencia para la cual hacen trabajos les ha encargado una misión. Al acudir a Roma, se dan cuenta de que todo ha sido una trampa para acabar con ellos.
Una noche, llaman a la puerta de Dom, y aparece Cipher (Charlize Theron), enemiga mortal de Dom para avisarle de que un individuo llamado Dante (Jason Momoa), ha vuelto para cobrarse venganza por robarle el dinero a su padre (Fast &Furious 5) y matarle. Dom ve que sus amigos en Roma van a pagar por su acción, y acude al rescate. Allí recibirá el apoyo de Magdalene Shaw (Helen Mirren) y de la agente Tess (Brie Larson). Sin embargo, su ayuda llega tarde, Letty es capturada y el enemigo es más poderoso de lo que pudiera imaginar…
Esta penúltima parada dirigida por el director de El increíble Hulk, sigue mirando al retrovisor, haciendo guiños al desaparecido Paul Walker, y a los inicios en que unos locos al volante robaban gasolina, convertidos ahora en unos conductores que trabajan para una agencia secreta intentando salvar el mundo. A pesar de que continúan las persecuciones, las escenas de acción inverosímiles, la destrucción por las calles de Roma, los saltos de un país a otro o coches que se cargan helicópteros, la narración y su lógica se ha descontrolado totalmente, por no hablar de unos diálogos sobre la familia reiterativos y con un villano histriónico, pero sin carisma.
Lástima que, con un reparto tan numeroso no aproveche más a las nuevas incorporaciones como Brie Larson, John Cena, Scott Eastwood, o a la misma Charlize Theron, y en cambio, otras resuciten como Jordana Brewster o Gal Gadot, muertas en anteriores películas.
En definitiva, penúltima entrega de una saga que va quemando neumático a todo gas, y que en los créditos finales nos da una pista hacia donde parece dirigirse para realizar la última carrera.
Carlos Muñoz