[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]La portavoz socialista de sanidad en el Parlamento de Navarra, María Chivite, ha criticado que el Parlamento haya rechazado con los votos en contra de Geroa Bai, Eh Bildu e I-E la propuesta del PSN-PSOE de extender el servicio de Salud Mental Infanto-juvenil en las áreas de Tudela y Estella con los recursos materiales y personales especializados que sean precisos, y con los programas adecuados para este sector de población. Chivite ha sido especialmente crítica con I-E, que se ha opuesto a una mejor atención y más especializada en la sanidad pública para personas de estas dos áreas de Navarra, que ahora no pueden acceder a programas específicos que sí están a disposición de los habitantes de la Comarca de Pamplona.
En el área de salud de Tudela, a lo largo de 2015 se atendió a 376 menores
Chivite ha recordado que entre la población menor de 17 años está aumentando la demanda de estos servicios de salud mental, y así lo reflejan los datos del propio Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, como ha reconocido el propio Departamento en la Cámara.
Señala que en las áreas de Tudela y Estella, las personas menores de 17 años reciben atención en los centros de salud mental. En cambio, en el área de Pamplona, se derivan de manera directa al Centro de Salud Mental Infanto-juvenil de Sarriguren. Entendiendo que la población menor requiere de una atención concreta, con programas, profesionales y recursos específicos, lo razonable, dice, es que se ponga a disposición de las citadas áreas un servicio diferenciado del de los adultos. Es una cuestión, dice, de equidad, pero también de eficacia porque se ha demostrado que una atención de proximidad mejora la adhesión al tratamiento.
Chivite afirma que la infancia y la adolescencia tienen un sentido propio, dado el carácter evolutivo del desarrollo personal en estos períodos, de modo que se debe intervenir con estrategias propias de cada etapa. Y eso tiene que reflejarse en la práctica clínica y en la formación y selección de los equipos que atienden a esta población. Además, cobra especial importancia la atención interdisciplinar por parte de profesionales de distintos ámbitos relacionados con esas etapas vitales.
En la exposición de motivos de la moción se decía lo siguiente: “La salud mental de la infancia y la adolescencia es una preocupación primordial en el desarrollo de programas de prevención e intervención en todo el mundo. La OMS celebró el 10 de octubre de 2003 el Día Mundial de la Salud Mental, dedicado a los niños y adolescentes, buscando concentrar la atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de los trastornos emocionales y de conducta que puede presentar alrededor del 20% de la población mundial entre 0 y 17 años.
la demanda de los servicios de salud mental por parte de la población menor de 17 años se ha incrementado en los últimos años
La Carta de los Derechos del Niño, aprobada por la ONU en 1959 y ratificada por el Parlamento Español en 1990, otorga un papel protagonista al niño en la sociedad y reconoce que la infancia debe ser atendida en sus necesidades con los cuidados especiales que precise (Principios 4 y 5 de la Carta de los Derechos del Niño). Si bien las actuaciones en Salud Mental Infanto-Juvenil han de estar integradas en los planes de salud generales, precisan, para tener éxito, desarrollos específicos que contemplen los aspectos cualitativos propios de la población a la que se dirigen.
La infancia y la adolescencia tienen un sentido propio, unas características diferentes a las de los adultos, y es necesario tenerlas en cuenta, remarcando el carácter evolutivo del desarrollo en estos periodos, apreciando que se trata de una población muy influenciable por el entorno, en la que los factores del medio que rodea al niño son fundamentales para la intervención eficaz y la comprensión del origen de su trastorno. Las etapas evolutivas desde el nacimiento a la adolescencia, tienen especificidades que requieren intervenciones y estrategias diferenciadas y propias de cada etapa.
Esto debe reflejarse en la práctica clínica y en la formación y selección del equipo de salud mental que atienda a los niños y jóvenes, que deberán ser especialistas en la materia, ya que se requieren conocimientos y habilidades diferentes de las que se necesitan para atender a la población adulta. Así mismo, cobra vital importancia la necesidad de trabajar de modo interdisciplinar con los profesionales de los distintos ámbitos de la vida del niño.
En el marco de la Comunidad Foral de Navarra y atendiendo al Documento Técnico de Salud Mental Infanto-Juvenil de Navarra (2007), se reorganizaron los recursos para la atención a la salud mental en población infanto-juvenil. Estos servicios se dirigen a la población de 16 años o menos, que ascendía en 2009 en Navarra a 106.290 habitantes. Las personas de 17 años de edad que precisan atención por trastorno mental son atendidas de forma flexible en recursos infanto-juveniles o de adultos.
La atención a las personas menores de 17 años del área de Tudela y Estella se realiza en los centros de salud mental de su área. En cambio, en el área de Pamplona los pacientes son derivados directamente desde atención primaria al Centro de Salud Mental Infanto-Juvenil de Sarriguren, sin pasar por los centros de salud mental.
En el área de salud de Tudela, a lo largo de 2015 se atendió a 376 menores y en el área de salud de Estella a 286.
Los datos del propio SNS-0 reflejan que la demanda de los servicios de salud mental por parte de la población menor de 17 años se ha incrementado en los últimos años”.
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