El director Martin Bourboulon (Papá o Mamá), realiza una nueva adaptación de la obra de Alexandre Dumas, alejándose de otras versiones como las de Bernard Borderie o Richard Lester, imprimiendo a su film un tono más tenebrista. Se nos narra la vida de D´Artagnan, el cual busca alistarse en el cuerpo de mosqueteros del rey Luis XIII, viéndose envuelto en un complot fomentado por el cardenal Richelieu. El film lo protagonizan: François Civil, Eva Green, Vicent Cassel, Roman Duris, Vicky Krieps, Louis Garrel.
El joven D´Artagnan (François Civil), de camino a París para ingresar en la orden de los mosqueteros al servicio del rey Luis XIII, al intentar salvar a una joven, recibe un disparo, y dado por muerto es enterrado. Recuperado, llega a París y busca a sus agresores. Al ir a la Academia para ingresar en la orden de los mosqueteros, choca sin saber quiénes son con tres mosqueteros: Athos (Vicent Cassel), Porthos (Pio Marmaï), y Aramis (Roman Duris), retándolos en duelo.
Batiéndose con Athos, aparecen los hombres del cardenal Richelieu para capturarlos, ya que los duelos están prohibidos. Se inicia la lucha entre ellos, y a partir de ahí los cuatro se hacen amigos. D´Artagnan encuentra alojamiento gracias a Constance Bonaceus (Lyna Khoudrie), ayudante de la emperatriz. Mientras, el rey Luis XIII (Louis Garrel), desea evitar la guerra contra los separatistas protestantes. Sin embargo, la relación amorosa de la emperatriz Ana de Austria (Vicky Krieps), con el duque de Buckingham (Jacob Fortune Lloyd), será usada por el cardenal Richelieu (Eric Ruf), y su aliada Milady de Winter (Eva Green), para desacreditar a la emperatriz, y desencadenar la guerra contra Inglaterra, si los mosqueteros no lo impiden…
Bourboulon crea un excelente film de aventuras de capa y espada, introduciendo su toque con la subtrama de los conspiradores protestantes, y matizando a personajes: Porthos tiene un guiño a la bisexualidad, Aramis es el encantador de mujeres casadas, y Richelieu posee menos protagonismo. El film posee una cuidada ambientación y diseño, mostrando un París más lúgubre, donde las conspiraciones políticas, religiosas son una constante. Las escenas de acción están bien rodadas, aunque se abuse del plano secuencia; y la épica, el romance mantienen su protagonismo alcanzando un ritmo trepidante.
Del excelente reparto de actores y actrices, destacan: Vicent Cassel encarnando a ese hombre sincero pero atormentado, y Eva Green, cuya presencia irradia atracción, misterio, maldad a partes iguales.
Una revisión de la obra de Dumas, a mayor gloria nacional del cine francés que sabe rentabilizar a los clásicos. Ojalá hiciéramos lo mismo nosotros con nuestro legado de clásicos…
