Crear ciudadanos de primera y de segunda es lo que va a conseguir el Gobierno de Navarra a través de su decreto del euskera para el acceso a la función pública. Así lo ha valorado el presidente de UPN, Javier Esparza, en un desayuno informativo en Tudela. Para Esparza, es necesario que el Gobierno rectifique y tenga en cuenta cuál es la realidad de la comunidad: «La presidenta del Gobierno», ha asegurado el regionalista, «desde el principio de la legislatura dejó muy clara dos cosas: que era una presidenta abertzale en una comunidad que no lo era. Pero le falto decir que iba a hacer todo lo posible para que todos fuéramos abertzales como ella. También dijo que la educación iba a ser una obsesión, y efectivamente lo está siendo, desde el punto de vista de imponer el euskera en el conjunto de Navarra. Pero no contentos con eso, ahora quieren imponer el euskera para el acceso a la función pública. Han presentado un decreto que ha recibido un varapalo importantísimo por parte del consejo de Navarra. Un consejo que nombra el Gobierno, y que está compuesto por juristas de prestigio. Ha analizado ese decreto y dice que es ilegal, que hay artículos que son inconstitucionales, y que lo que se está haciendo con él es convertir a toda Navarra en zona vascófona. Nada tiene que ver la zona vascófona, con la zona mixta o con la zona no vascófona, en la Ribera. Para ser funcionario va a tener un porcentaje de puntos muy importante en esas convocatorias todo aquel que sepa euskera. El 13% de los navarros sabe euskera y el 87% no. En la Ribera, el 98% de los ciudadanos no hablan euskera. Esto va a suponer que va a haber ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. De repente, para los vecinos de la Ribera lo van a tener mucho más complicado para el acceso a la función pública. La desproporción es brutal, con lo que se consolida una situación de desigualdad manifiesta».
El Tren de Alta Velocidad y el Canal de Navarra, han sido otros de los temas analizados esta mañana por UPN, desde donde se ha destacado que «este Gobierno ha demostrado que no cree en estas dos infraestructuras. Las ha tenido paradas», ha dicho Esparza, «y ante esa pasividad del gobierno, nosotros en el acuerdo presupuestario con el Gobierno de España para el año 2017, ya planteamos que se desarrollaran en Navarra. En el caso del TAV, bien a través de un acuerdo con el Gobierno de Navarra, o si no, a través del Ministerio de Fomento, pero que en ninguno de los casos se parara. Y en relación al Canal de Navarra, igualmente que hubiera un impulso para sacar a concurso la segunda fase del canal con esas 21.500 hectáreas que para nosotros son fundamentales. Eso se puede hacer desde un acuerdo o desde la mayoría que tiene el Estado en su participación en Ganasa, donde el 60% es Estado y el 40% es Navarra. En el caso del Canal, ya nadie discute la necesidad de Itoiz, y la importancia del Canal de Navarra. Es una infraestructura que los cuatro partidos que componen el Gobierno de Navarra han cuestionado siempre. Si hubiera sido por ellos, Itoiz no estaría construido, la primera fase del canal de Navarra no estaría hecha, cuando esta es la única alternativa que tiene la Ribera para tener agua de calidad, de boca y de regadío y uso industrial. En esta historia del canal, han ido planteando una mentira detrás de otra: que el agua no iba a ser para Navarra, que el canal no se iba a hacer, que la presa de Itoiz se caía, que había otras alternativas… Ahora dicen que no hay agua para regar las 21.500 hectáreas. Todo mentiras para no llevar a cabo la infraestructura».
Para UPN, la reciente visita de la Ministra sirvió para dejar las cosas claras: «hay agua de sobra para Navarra y para la Ribera. Esperemos que haya acuerdo en Ganasa entre el Gobierno de Navarra y el de España, pero si no lo hay, los riberos tienen que tener la tranquilidad de que el Gobierno de España va a cumplir el acuerdo que tiene con UPN. Y la redacción de la segunda fase del canal de Navarra para esas 21.500 hectáreas se va a realizar, va a ser una realidad, porque se va a adjudicar antes de que termine este año, y a partir de ahí, se tendrán que acometer las obras».
En cuanto al Tren de Alta Velocidad, para Esparza se trata de otra infraestructura que estaba parada: «este gobierno no quería saber nada, porque era consciente de que iba a tener unas discrepancias enormes en el seno del cuatripartito. Sale a la palestra gracias otra vez al acuerdo entre UPN y el Gobierno de España. En ese acuerdo, nosotros le pedimos al Gobierno de España que impulse la alta velocidad, que realice todos los trámites para hacer realidad un corredor que nos una con el mediterráneo, que vertebra el conjunto de España y que hace más competitiva nuestra comunidad».
«Después de ese acuerdo», explicaba el presidente regionalista, «el Gobierno de España pone encima de la mesa un convenio para intentar llegar a un acuerdo con el Gobierno de Navarra, pero desgraciadamente, el Gobierno de Navarra antepone sus intereses, antepone contar con una mayoría suficiente para poder sacar adelante los presupuestos del año 2018, recibe el chantaje de Bildu, de Podemos y de Izquierda Ezkerra. Ante esa amenaza, la presidenta del Gobierno lo que hace es ceder, anteponer su sillón a una infraestructura que, hasta ellos, ahora, reconocen como total y absolutamente imprescindible y estratégica para el desarrollo de Navarra».
Según UPN, estas dos infraestructuras lanzan un mensaje importante: «UPN, desde la oposición, no olvida que lo primero son los navarros, y por eso, aunque estamos en la oposición, estamos contribuyendo a construir Navarra, a preparar Navarra para el futuro. Le hemos puesto la posibilidad en bandeja de plata al actual gobierno para que hubiera impulsado el desarrollo de esta tierra a través de estas dos infraestructuras. No se ha querido. Nuestra posición es la del ejercicio responsable de la política y no pensar en intereses partidistas».
En cuanto a la situación de Cataluña, para UPN sirve para ver lo que traen los nacionalismos: «ruptura, confrontación, enfrentamiento, pobreza… Las empresas se están yendo de Cataluña, pero, ¿por qué de las 900 que se han ido ninguna viene a Navarra?», se ha preguntado Esparza. «Porque la presidenta de Navarra es independentista. No queremos que en Navarra ocurra lo que está ocurriendo en Cataluña. La presidenta está sembrando independentismo para llegar a la misma situación que hay ahora en Cataluña. No queremos ese futuro para nada. Además, en Navarra se está crujiendo a las empresas a base de impuestos, y está habiendo cambio de domicilio fiscal de muchas empresas, debido al castigo al que se somete a la empresa en Navarra. No se puede usar el régimen fiscal de Navarra para que las empresas de la comunidad sean las que más paguen de toda España».